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Yo creo

Avatar del María Josefa Coronel

"Yo creo en un dios que eligió nacer humilde para que no nos enfoquemos en acumular bienes; creo en un dios que no quiere sacrificios porque su amor es gratuito; creo en un dios que gusta de nosotros"

¿Cuántas Navidades llevamos? ¿Tanto recordatorio necesitamos los cristianos para no olvidar que las promesas de Dios se cumplen? Promesas que descubrimos leyendo los signos de los tiempos, porque siempre la promesa de Dios es una promesa renovada. No puede ser de otra manera, la Buena Nueva se mantiene vigente a toda costa, en todos los tiempos.

La migración, la salud pública, la pobreza, la lucha por sobrevivir, pocas manos llenas de recursos mientras hay millones de niños sin agua potable ni alimentos, mujeres discriminadas y un sistema jurídico que no alcanza a la justicia. La lista de circunstancias puede ser más larga y ancha, y no encontramos, a veces, dónde reposar nuestra cabeza. Nos preguntamos por qué, para qué todo esto, y dónde está Dios. Preguntas que racionalmente nos impiden apreciar el milagro de amor más grande. Es que tal vez nos educaron en una fe en un dios mago o castigador, por eso hay teorías acerca de las pruebas de fe. Seguramente han oído que si nos pasa una u otra cosa es porque Dios nos pone pruebas. No lo creo. ¿Acaso un padre bueno va a ocasionar un daño a sus hijos? ¿O acaso haber cursado pruebas terrenales nos convertiría en merecedores de Dios?

Ni lo uno ni lo otro, pues si nosotros, que somos imperfectos, seríamos incapaces de cortar una pierna a un hijo con el fin de que aprenda una lección, mucho menos lo haría un dios que se hizo humano para aliviar el dolor de la humanidad.

Al dolor toca recibirlo sin sufrimiento y con esperanza en un plan sobre el cual no tenemos certeza, porque entonces sería ciencia y no fe, y la fe, como todo acto amor, es un acto de libertad, de una dichosa libertad.

Yo creo en un dios que eligió nacer humilde para que no nos enfoquemos en acumular bienes; creo en un dios que no quiere sacrificios porque su amor es gratuito; creo en un dios que gusta de nosotros. Somos su promesa, somos la expresión de su sueño convertido en realidad. Somos su hechura. ¿Vivimos honrando aquello? ¿Vivimos como promesas de Dios?