Premium

EE. UU. y nosotros

Avatar del María Josefa Coronel

"Esa radicalidad para ver el mundo y que sale a flote en las elecciones de EE. UU. está pasando en todas partes. ¿Qué nos pasó?, ¿por qué que hicimos un mundo así?"

Estados Unidos ha experimentado un proceso electoral histórico, básicamente por las distancias tan radicales de ciertos representantes de los partidos demócratas y republicanos. Diferencias que llegan a acusaciones que provocan imaginarse posibles escenarios aterradores. Así por ejemplo, a los demócratas se los está acusando de socialistas, y a los republicanos de ultraderecha, amantes de la intolerancia.

Dos factores coyunturales que agravan las características de este proceso electoral son la crisis económica y la presencia del coronavirus. Otro factor , ya no tan circunstancial, es esta especie de rebrote del conservadurismo en todo el planeta. Entonces, se suman las polémicas de siempre, esto es, el tema del aborto y la religión. El diálogo deja de ser un espacio para la construcción de paz y pasa a ser una herramienta peligrosa que le reconoce mérito al “enemigo”, al político distinto. La tolerancia religiosa, en cambio, es mirada como peligro espiritual, casi un pecado.

A todos estos factores se suma que Donald Trump canceló ayudas económicas, incluso de ciertas investigaciones científicas, quien además nunca usó mascarilla, tiró abajo acuerdos internacionales; tal vez por ello, países como Rusia y ambas Coreas han mostrado alto interés en las votaciones, pues de ello dependerá la apertura de ciertos mercados y cooperación internacional.

Por otro lado, Joe Biden, guste o no, no puede dejar de ser comparado con el líder demócrata y expresidente Barack Obama, lo que, especialmente en gente joven, generó dudas a la hora de votar. Biden no supera a Obama, quien cuenta con un estilo único, con tanto garbo como carisma, y quien además lo ha acompañado muy de cerca esta campaña. Cabe destacar que el calibre de una política como Kamala Harris refrescó la imagen de Biden y ayudó a dejar clarísima la política que Trump y su gobierno impartirían en aquel debate en que Mike Pence no alcanzó el nivel de la senadora Harris.

Esa radicalidad para ver el mundo y que sale a flote en las elecciones de EE. UU. está pasando en todas partes. ¿Qué nos pasó?, ¿por qué que hicimos un mundo así?