‘My Valentines’

En el siglo XIX en Sudán hubo una historia sobre la cual se hizo una película luego de que la protagonista de la vida real se convirtiera al catolicismo y fuera nombrada santa de la Iglesia católica por Juan Pablo II. Trata de Santa Josefina Bakhita, quien antes de los 10 años de edad fue secuestrada por una perversa red árabe de trata de personas, allá por el año 1877. De su familia también fue secuestrada su hermana.

Fue humillada y vendida muchas veces antes de ser regalada. Sufrió, entre otras torturas físicas, la de haber sido obligada a caminar descalza casi mil kilómetros alrededor de El Obeid, ciudad con temperaturas de hasta a 40° C. Además la obligaron a convertirse al islam.

En una mesa de trabajo con colegas expertas en derechos humanos revisamos el caso de una mujer que estaba casada con su agresor, quien la obligaba a realizarse ciertas torturas físicas, especialmente en sus genitales, antes de tener relaciones sexuales. Para humillarla la obligaba a caminar desnuda por la casa, realizando lo que él llamaba las tareas de hogar.

Asimismo, encontramos a una señora, un poco mayor, que adolece de un dolor tremendo en el cuello. Gracias a un buen examen médico se ha podido constatar que su lesión se debe a los golpes que ha estado recibiendo en el cuello por parte de su cónyuge. Ella planea escaparse porque no quiere volver a casa, él -el agresor- alega que ella se cae porque no ve bien.

Hay una joven profesional que es obligada a vestirse de una manera y proclamar una religión que no desea, de lo contrario, el marido le destrozará el prestigio.

Ellas han vivido en siglos diferentes pero condenadas por gente que cree que las mujeres no valen lo suficiente para ser libres y pensar distinto. Si no alcanzan a golpearlas las humillan en público.

Estas mujeres, en la vida real, han sido salvadas por dos cosas: nunca perdieron la esperanza y ambas tuvieron amigos que las ayudaron a romper las cadenas.

¡Por esos amigos brindo hoy y los abrazo en el día de San Valentín!