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El modelo del polideportivo

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Enfoquémonos en dar prioridad en la asistencias a las zonas sociales más críticas, los municipios las tienen claramente identificadas. Hagamos alianzas entre sector privado y sector público para construir espacios de salud, de crecimiento, de esperanza’.

El hoy asambleísta Francisco Jiménez presentó la propuesta de construir polideportivos verticales cuando participó en la lid por la Alcaldía de Guayaquil; al menos empezar con 4 polideportivos estratégicamente ubicados en los lugares críticos de la ciudad que necesitaban atención social. Me explico mejor, un polideportivo vertical es un espacio donde hay múltiples canchas deportivas (basquetbol, voleibol, pista de correr) y donde se incluyen salones que funcionan para brindar otras actividades a la comunidad que atiende: teatro, charlas, artes marciales, etc. El polideportivo vertical es una vía valiosa para que los ciudadanos, especialmente los jóvenes, se ocupen en actividades deportivas, motivacionales y de crecimiento personal, además de ser un espacio de unión de las familias y de la comunidad.

¿Por qué empiezo hablando del polideportivo? Porque en Ecuador tenemos una grave crisis social. Hemos sido permeados por el narcotráfico, el desempleo es altísimo, el consumo de estupefacientes solo aumenta, el sistema carcelario está desbordado y la función Judicial… Pero toda crisis presenta oportunidades. Hemos visto la capacidad que existe en nosotros a la hora de unirnos por un objetivo común como lo es la vacunación. La voluntad política y una correcta organización han producido récords de eficiencia en su ejecución. Por otro lado tenemos las maravillosas figuras olímpicas, cuyas medallas son un símbolo espectacular del potencial que hay en el afán de superación del individuo. Neisi, Tamara y Richard son luz para este país. ¿Por qué no abordar el problema social con el modelo del polideportivo? Enfoquémonos en dar prioridad en la asistencia a las zonas sociales más críticas, los municipios las tienen claramente identificadas. Hagamos alianzas entre sector privado y sector público para construir espacios de salud, de crecimiento, de esperanza. Construir polideportivos es apostar al ser humano y es infinitamente más productivo que construir cárceles.

Durante la campaña del presidente Lasso, él mencionó la importancia de que vuelvan las ligas barriales y no puedo estar más de acuerdo. Durante el mes de julio, Ecuavisa hizo una campaña contra la inseguridad en Guayaquil. Juntos somos más seguridad, se llamó la iniciativa de los noticieros de ese canal, y dentro de la gestión estaba alentar a la comunidad en iniciativas propias para procurar mayor seguridad y por ende, mejor calidad de vida. Y es que debemos dar soluciones transversales, de otra manera seguiremos mordiéndonos la cola. Si bien los recursos son escasos -cada polideportivo puede costar cerca de setecientos mil dólares-, su costo final dependerá de muchos factores. En recientes entrevistas el director de la SNAI describía la situación interna de ciertas cárceles, una situación espeluznante; tantos ciudadanos cuyos procesos judiciales ni siquiera han sido atendidos saldrán a la calle, seguramente a volver a delinquir o a volver a consumir. Los recursos están escasos, pero esta situación nos compete a todos. El problema y la solución son sistémicos.

Hagamos del deporte una causa nacional, acojamos el modelo del polideportivo. Tenemos una importante inspiración en nuestros héroes nacionales y hay que aprovecharla.