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Nace una hija de papel

Avatar del Mariasol Pons

"Nada tiene que ver aquí el egoísmo o el colectivismo, sino nuestra libertad absoluta de escoger quién queremos ser, solo que este análisis es irrisorio si no tomamos en cuenta el entorno que el colectivo construye..."

Nace una hija de papel y uno la entrega al exterior para que haga lo que tenga que hacer, ojalá para que produzca en el lector un espejo inimaginable. Esta semana lancé mi tercera novela: ¿De quién son estas piernas? (Editorial El Conejo, 370p.) Un desafío que me incomoda, pero nunca como la primera.

¿De quién son estas piernas? fue la pregunta que acompañó la imagen de una chica absolutamente perdida en mis sueños. Al despertar me sentí devastada por esa pobre mujer y empecé a escribir. ¿Cuántas veces no nos hacemos, quizá de otra forma, la misma pregunta?: ¿quién soy y a dónde voy? Preguntas inherentes a la existencia, sobre todo en una existencia donde la tendencia y la tecnología parecen querer aplanar nuestra individualidad para formatearnos en el común y que dejemos de cuestionarnos.

Nada tiene que ver aquí el egoísmo o el colectivismo, sino nuestra libertad absoluta de escoger quién queremos ser, solo que este análisis es irrisorio si no tomamos en cuenta el entorno que el colectivo construye y que, consecuentemente, afecta nuestra individualidad. La tecnología con conciencia es una gran herramienta, pero sin conciencia es un método de control. Cuando las máquinas hacen todo por nosotros, nosotros fácilmente dejamos de pensar, dejamos de escoger, y dejamos de estar presentes: “Todos bien, todos felices, casi todos sedados” dice la novela en el 2032.

Esta novela tiene dos líneas paralelas que trabajan juntas; por un lado la trama con Keller, Nelli y María -y los demás- y por otro lado, todas mis preguntas acerca del control de la interacción humana a través de la tecnología que en la novela se denomina El Holograma. Quién precede a quién, no lo sé, pero la música es una constante en acompañar la historia. La novela me mantuvo cuerda en momentos muy difíciles y quizá se refleje; la vida es efímera y la pasión por vivir es exquisita. Esta es mi tercera hija de papel, es más gorda y bastante más psicológica que las anteriores. El pensamiento crítico, la continua formulación de preguntas, la búsqueda del mejoramiento personal junto con la magia de vivir no deben perderse jamás.

Este año fue difícil y la vida en adelante toma un giro distinto. No dejemos nunca de reflexionar, no dejemos nunca de comunicar, abracemos la vida y andemos siempre con piernas propias. Eso es parte del ‘feeling’ que me produce pensar en ella, la novela deja de ser mía para ser de quien la lea.

La literatura permite tener una conversación, a través de la estética, de situaciones imaginadas desde un espacio reducido, con la capacidad de crear muchas vidas en otro espacio.

Escribir es mágico y leer también. Es fundamental como sociedad promover el acto de la lectura. La imaginación, el entrelazamiento entre el pensamiento, la imaginación y la reflexión propician una existencia cuya comodidad es alterada por planteamientos para los cuales no siempre hay la apertura.

Los libros están llenos de sorpresas y en la intimidad de la lectura los individuos se permiten explorar otros temas que probablemente no están dispuestos a explorar en público. El proceso, la mayoría de veces, enriquece el conocimiento y la capacidad de decisión. ¿Cómo me siento yo con esto? ¿Qué tipo de persona soy? ¿De quién son estas piernas?