Martín Pallares | Quieren ganar el caso Isspol por la tranquera
Desde hace casi un año, el director de esa institución, el coronel Renato González es víctima de una serie de reveses...
Lo que comienza oliendo mal, termina apestando. Es lo que está ocurriendo con el caso del fraude a la seguridad social de la Policía Nacional, Isspol. Desde hace casi un año, el director de esa institución, el coronel Renato González, es víctima de una serie de reveses que resultan demasiado sospechosos y que únicamente pueden ser explicados por los siniestros intereses de las poderosas bandas de cuello blanco que se enriquecieron con los ahorros de los policías. A González comenzaron vetándolo a que vaya a entrevistas periodísticas, seguramente porque lo que decía amenazaba los intereses de los tramposos que durante años se beneficiaron del torcido sistema de mercado de valores, donde el ahorro de los policías había sido esquilmado por el siniestro ‘Mago’ Chérrez. Luego de callarlo, González fue separado de la institución, aunque legalmente ya había cumplido con su período, lo que no significaba que necesariamente tenía que salir de ahí. Y, por último, hace pocos días recibió una ridícula glosa de la Contraloría por la contratación de un equipo de abogados que han logrado recuperar $ 300 millones. Luego de eso comenzaron las presiones para que González cambie de abogados.
Todos estos hechos podrían ser vistos de otra forma y no bajo el prisma de la sospecha si no fuera porque el presidente de la República nombró como funcionarios del Ministerio del Interior a casi todo el equipo legal que defendía a los acusados en el caso. No solo a Mónica Palencia como ministra del Interior (su hija trabajó también en el caso) y que en honor a la verdad ha tratado de mantenerse al margen, sino a Fernando Yávar que, al menos hasta el 30 de septiembre, actuaba como defensor de Oriana Rumbea Thomas, una de las principales acusadas. Yávar, asesor legal de Palencia y miembro de la Comisión Calificadora para el concurso de jueces para la Corte Constitucional, solicitó a Rumbea que pida a un juez que suspenda una audiencia en la que tenía estar, alegando que Yávar tenía que acompañar a Palencia en su juicio político.
Renato González merece un homenaje y un lugar en la historia de la Policía, no un complot para lavarle la cara al ‘Mago’ Chérrez y a los acusados cuyos abogados y amigos manejan los hilos del poder.