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Martín Pallares: Todos en Samborondón

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No es un fenómeno malo o bueno ser residente en Samborondón, pero sin duda este hecho habla mucho del estado de la política

Unas más y otras menos, lo cierto es que 13 de las figuras que pueden definir el escenario electoral de 2025 viven en un municipio donde radican casi todas las grandes fortunas del país: Samborondón. En la lista están Jaime Nebot, Henry Kronfle, Jorge Acaiturri, los Topic -papá e hijo-, Henry Cucalón, Francesco Tabacchi, Otto Sonnenholzner, Guillermo Lasso, Dayana Passailaigue, Pocho Harb y Michele Sensi-Contugi. Todos en un municipio de apenas 252 kilómetros cuadrados.

No todos van a ser candidatos, como es el caso de Lasso o de Sensi-Contugi, pero ambos tienen una incidencia indirecta en la definición de las candidaturas: el primero quiere que el candidato de su partido, CREO, sea Tabacchi, y el segundo es quien mueve los hilos para que su jefe y amigo Daniel Noboa se libre de competidores. Sin embargo, casi todo el resto puede, aspira o es capaz de incidir en las candidaturas presidenciales. No es un fenómeno malo o bueno ser residente en Samborondón, pero sin duda este hecho habla mucho del estado de la política ecuatoriana. ¿Por qué una parte tan significativa del escenario electoral se ubica en donde se concentra la mayor parte del capital del país? Una explicación podría ser que ahora, para ser candidato, se necesita tener una billetera importante. Sin embargo, si únicamente fuera el dinero, también debería haber figuras parecidas en Cumbayá o Tumbaco, pero ese es otro tema. En todo caso, hay un desbalance demasiado grande como para no dedicarle aunque sea un poquito de reflexión. ¿Se imaginan que en Cumbayá vivieran 13 figuras de parecida relevancia?

Es cierto que no todos viven en Samborondón: ni los posibles candidatos del correísmo (Abraham Verduga y Luisa González), ni el propio Noboa viven ahí (el presidente vive a caballo entre Guayaquil y Olón), pero el dinero no parece ser, ni de lejos, un problema para ellos. Leonidas Iza es otro caso de extrasamborondeneidad, pero el tema es que hay un desbalance demasiado obvio. Otra cosa que es inaudita es que, viviendo todos en el mismo municipio y conociéndose todos entre ellos, no han sido capaces de armar un frente electoral de convicciones democráticas para competir con las dos opciones autoritarias que están en la palestra. ¿Por qué no sacrifican su triste ambición a tener unos cuantos asambleístas y presentan un solo candidato para evitar que el autoritarismo se instale nuevamente? Pero eso es otra historia. Y la más trágica, sin duda.