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Alembert Vera urde un plan siniestro

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Se trata del control del correísmo en el Consejo Nacional Electoral, CNE para las elecciones del 2025

Los jueces del Tribunal Contencioso Electoral, TCE, tienen en sus manos la posibilidad de parar uno de los más groseros asaltos a las instituciones democráticas del país. Se trata del control del correísmo en el Consejo Nacional Electoral, CNE, para las elecciones del 2025. Esto, luego de que ya se consumó impunemente la toma correísta del Consejo de Participación Social y Control Ciudadano, Cpccs.

Veamos la historia. Resulta que en el Cpccs hay una mayoría de tres consejeros del correísmo más radical, que llegaron al cargo de forma ilegal porque ganaron gracias a que la Revolución Ciudadana hizo una apasionada y costosa campaña a su favor, cuando eso está prohibido por la ley. Esta mayoría de ultras: Alembert Vera que es el presidente, Yadira Saltos y Augusto Verduga, salió de una lista de cinco candidatos de la Revolución Ciudadana, de la que dos quedaron fuera, aunque en condición de suplentes, Eduardo Franco Loor (abogado de Jorge Glas) y Vielka Párraga.

Ahora, esta mayoría correísta del Cpccs va a seleccionar a los dos nuevos miembros del CNE que deberán renovar a ese organismo. Y aquí viene lo insólito: Franco Loor y Párraga aparecen en la lista de los concursantes para calificar como consejeros de ese organismo. En la primera fase del concurso no les fue muy bien: en el informe de la comisión calificadora Párraga apareció con 36,5 puntos y Franco Loor con 24,5. Pero cuando se pidió la recalificación de los concursantes, los dos angelitos del correísmo pegaron un brinco cuántico: Párraga apareció con 46 puntos y Franco Loor con unos inauditos 44 puntos. Así, ambos pasaron a puntear el concurso quedando pendiente el examen escrito y el práctico, que son evaluaciones subjetivas que estarán en manos de sus amados camaradas Vera, Verduga y Saltos. Pero si ese brinco cuántico en las calificaciones es insólito, aún mucho más es que sean candidatos cuando el reglamento expresamente dice que no pueden ser candidatos funcionarios públicos (ambos son suplentes en el Cpccs) ni tampoco quienes puedan tener conflicto de interés (sus camaradas son mayoría en el órgano que los escoge).

Si los jueces del TCE destituyen en el juicio que está pendiente a Vera, Saltos y Verduga por haber llegado al Cpccs con trampa, este plan desvergonzado puede evitarse. Es la única forma.