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Mauricio Velandia | La decadencia europea

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Hubo un tiempo en que Europa dominaba el mundo. Pero esos tiempos reposan en libros

Europa ha dejado de ser el centro del mundo. Su arma ya no son las flotas, las conquistas o la innovación; su única arma es la regulación dura en medio ambiente, inteligencia artificial, antitrust, exploración y robótica. Del resto, está relegado a ser un observador de sucesos. Si no despierta pasará de ser el Viejo Continente a ser un viejo museo de historia. Es una lástima.

Hubo un tiempo en que Europa dominaba el mundo. Pero esos tiempos reposan en libros. El Imperio Español estuvo al control de América. El Imperio Portugués abrió las rutas marítimas a Asia y África, convirtiéndose en una potencia comercial en Brasil, India y China. El Imperio Británico controló la India, Australia, África y partes del Caribe. El Imperio Francés dejó su huella en América, África y Asia. El Imperio Austrohúngaro, el Alemán y el Ruso dominaron grandes partes de Europa hasta la Primera Guerra Mundial, cuando el equilibrio de poder cambió radicalmente. Mucha tinta se ha escrito acerca del Imperio Romano o las conquistas de Alejandro.

Pero con el paso de los siglos, su poder se desmoronó. Guerras mundiales, crisis económicas y el auge de nuevos actores como EE.UU. y China, así como el asecho permanente de Rusia, relegaron a Europa. Las empresas líderes mundiales ahora vienen de EE.UU. (Big Tech) o China, mientras Europa no ha producido gigantes comparables. Regulaciones excesivas (antitrust, privacidad, sostenibilidad) han limitado la capacidad de las empresas europeas para competir globalmente.

La población europea está en declive; en 2050 se espera que uno de cada tres europeos tenga más de 65 años. La tasa de natalidad en la UE es de 1,5 hijos por mujer. La OTAN sigue siendo controlada por EE.UU. y Europa es incapaz de garantizar su propia seguridad sin apoyo estadounidense.

Europa está tecnológicamente rezagada, no tiene una alternativa propia a Silicon Valley o Shenzhen. Alemania, antes motor industrial de Europa, está en crisis por la transición energética mal planificada, dado que las políticas climáticas han disparado costos de energía y producción, haciendo a la UE menos competitiva en sectores industriales.

En el siglo XX, Europa tenía figuras de peso mundial (Churchill, De Gaulle, Thatcher, Kohl). Hoy sus líderes son burócratas sin carisma (Von der Leyen, Macron, Scholz).

¿Qué ocurre ahora? Rusia es un país transcontinental, lo que significa que está ubicado en Europa y Asia. El 77 % de su territorio está en Asia, mientras que el 23 % restante está en Europa. En los últimos años Rusia ha estado más cercano a China que a Europa. La guerra entre Rusia y Ucrania no es un conflicto aislado, sino el resultado de décadas de tensiones entre Moscú y Occidente. Esta semana EE.UU. se reunió con Rusia para acabar con la guerra en Ucrania, pero no invitaron a Zelenski ni a un miembro de la UE a la reunión. Nadie pensaba que la guerra de Ucrania terminaría con debilitar a Europa y a la OTAN y que Europa quedaría huérfana en un enfrentamiento con Rusia o desnudaría su dependencia con EE.UU.

¿Se ha convertido Europa en un museo de su propio pasado, incapaz de escribir un nuevo capítulo en la historia mundial, dedicándose a regular pero no a innovar? Ya veremos si les llegó la nube negra.