Premium

Mauricio Velandia: Empresas públicas nacionales en la Luna

Avatar del Mauricio Velandia

Opino que pronto tendremos empresas constituidas en el espacio

La historia de los viajes espaciales se remonta a principios del siglo XX. Comenzó con el lanzamiento de cohetes experimentales y evolucionó con el lanzamiento del Sputnik 1 por la URSS en 1957, seguido del viaje de Yuri Gagarin en 1961. Luego vino el alunizaje del Apolo 11 en 1969 y la construcción de estaciones espaciales. China ha logrado enviar misiones no tripuladas a la Luna como Chang'e 1, en 2007, incluidos también los aterrizajes suaves de las sondas Chang'e 3 y Chang'e 4 de hace poco. En septiembre del año pasado, India lanzó la nave Aditya-L1 con la finalidad de estudiar el Sol. Eso fue diez días después de que aterrizara una nave espacial en la Luna, lo que convirtió a la India en el cuarto país en lograr la hazaña. Este año se espera que la agencia espacial india envíe una misión a Venus.

Alrededor de toda esa historia del ser humano, poco a poco ha comenzado a gestarse un mercado comercial espacial con tendencia ascendente. Ya existen empresas comerciales que ofrecen lanzamientos de satélites, servicios de transporte de carga a las estaciones espaciales, turismo espacial, minería de asteroides, manufactura en microgravedad, entre otros. Toda una oferta y demanda de productos. Empresas como SpaceX (Elon Musk), Blue Origin (Jeff Bezos) o Virgin Galactic (Richard Branson) están liderando esos mercados y pertenecen a los hombres más ricos del mundo. Por algo estarán invirtiendo allí. Musk, CEO de Tesla y dueño de Twitter (X), tiene como fin enviar humanos a Marte, construir 1.000 cohetes y cargar un millón de personas al planeta rojo. Bezos, dueño de Amazon hace lo propio. Se montó en la nave 'New Shepard', junto a Oliver Daemen, un joven de 18 años neerlandés que sustituyó la plaza de un multimillonario anónimo que había comprado el billete por $ 28 millones. La cápsula tuvo una altitud de 106 km, a tres veces la velocidad del sonido. Branson se ha centrado en el turismo suborbital, en el que los pasajeros pueden pagar cerca de 200.000 euros por un lujoso viaje al espacio. En 2021 su nave espacial despegó y sus pasajeros estuvieron durante una hora contemplando la tierra.

Es tal el desarrollo de esos mercados que ahora, por $13.000 o una tarifa de suscripción de $99 por mes hasta que se pague, la empresa norteamericana Celestis Memorial Spaceflights ofrece enviar las cenizas cremadas de una persona a un viaje espacial tras la muerte. El vuelo pionero en 1997 transportó los restos del guionista de Star Trek, un ingeniero espacial alemán. Ya se han puesto en órbita 2.300 cápsulas de cremados. Opino que pronto tendremos empresas constituidas en el espacio. Vendrán negocios celebrados, ejecutados y cancelados allí, con monedas sin control en la Tierra. Eso viene.

Para el caso de Ecuador, al parecer algunas empresas públicas ‘gravitan en la Luna o en Marte’, sin los pies en la tierra. Me refiero al informe publicado hace pocos días por EMCO, donde se observa que siete empresas públicas, entre otras CNEL y CNT, presentan en 2023 pérdidas ascendentes preocupantes. Una empresa estatal puede ser un hit, o un dolor de cabeza por ser ineficiente, una aspiradora de recursos por burocracia excesiva, interferencia política, problemas de gestión o la falta de incentivos. Deben mejorar y si no mejoran, es recomendable actuar a tiempo e impedir que se conviertan en una carga dineraria. Ese dinero puede ser utilizado en mejores fines. Cuidar el dinero es el mensaje y la bandera del Gobierno actual. Tomar medidas.