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Mauricio Velandia: La importancia de J. D. Vance en la región

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...esa filosofía entre demócratas y republicanos se viene desvaneciendo y los pilares pueden ir cambiando

El mundo occidental se mueve por estos días alrededor de las elecciones para presidente de Estados Unidos, las cuales ya se avecinan. Estas elecciones se presentarán dentro de un escenario mundial particular, como es la guerra prolongada en Ucrania, el conflicto bélico que tiene como protagonista a Israel, la guerra de los chips con China y sus carros electrónicos, los resultados de las elecciones de Venezuela, el avance económico de India, el nuevo gobierno laboralista en UK, la consolidación de Macron, el gobierno de Italia con tendencia de derecha, el problema de Taiwán, la conquista espacial, Milei, Petro, entre otros.

Todo este escenario interno, además, tiene un gran componente propio e interno de Estados Unidos. Allí tradicionalmente se enfrentan el Partido Republicano y el Partido Demócrata, que son los dos principales partidos políticos que representan diferentes filosofías y enfoques sobre cómo debería ser gobernado el país. El Partido Republicano favorece la reducción de impuestos y la desregulación económica, promoviendo políticas conservadoras en temas sociales, como el aborto y el matrimonio, fomentando una defensa fuerte y un gasto militar elevado, permitiendo el porte de armas. De la misma manera, la filosofía republicana estimula el crecimiento del sector privado, dejando rezagadas la regulaciones ambientales estrictas. Por otra parte, el Partido Demócrata aboga por un gobierno más activo en la regulación económica interviniendo en los mercados, generando un mayor gasto social, apoyando políticas liberales en los derechos reproductivos y el matrimonio igualitario, protegiendo en sus políticas el medio ambiente y la reforma del sistema de salud para ampliar el acceso. Promueven impuestos más altos para los más ricos con el fin de financiar programas sociales y reducir la desigualdad económica, son más laxos en políticas de inmigración y no comparten una sociedad con porte de armas.

Respecto de esta nueva elección a presidente, gran atención en los últimos días se ha llevado en las noticias el atentado contra Trump, que deja muy en entredicho al servicio secreto de ese país. Asimismo, las redes estuvieron inundadas de noticias acerca de la renuncia de Biden a la carrera presidencial y la candidatura de Kamala Harris. No obstante, una noticia que no ha trascendido mucho es el nombramiento de la fórmula de vicepresidente que presenta Trump. Se trata de J. D. Vance. Al empaparme un poco acerca del personaje he encontrado que esa filosofía entre demócratas y republicanos se viene desvaneciendo y los pilares pueden ir cambiando; ya hasta una de las tendencias defiende lo que antes defendía la otra tendencia. Interesante.

La designación de J. D. Vance como fórmula de Trump trae sorpresas. Veamos: (i) tiene 39 años de edad; (ii) escribió el libro ‘Hillbilly Elegy’ (2016), donde narra sus memorias de clase media con obstáculos de niñez; (iii) sirvió en el Cuerpo de Marines; (iv) se graduó en la Facultad de Derecho de Yale; (v) trabajó en Mithril Capital, una firma de capital de riesgo; (v) apoya la guerra que afronta Israel pero no apoya la guerra en Ucrania; (vi) respalda la economía profamilia y las políticas de ampliación del crédito fiscal por hijo; (vii) habla muy bien de Lina Khan, quien tiene a su cargo las políticas antimonopolio del país en la Comisión Federal de comercio, por atacar a las grandes empresas que abusan del consumidor, protegiendo a las pequeñas empresas y a trabajadores; (viii) tiene un enfoque nacionalista o no globalista; y (ix) aboga por el aumento del salario mínimo.

Como se puede observar, bastante liberal es la fórmula de Trump. Es una esperanza para la región.