Mauricio Velandia: Noboa 4.0

El Ecuador que necesita gobernar no es el que se queja de lo que fue, sino el que construye lo que será
Ecuador tiene aproximadamente 200 años. Parece mucho, pero al ver a Egipto, India o China, entendemos que somos una civilización adolescente en un planeta de ancianos. No es una debilidad. Es una ventaja. El mundo antiguo carga legados, traumas, burocracias inamovibles. Con la reelección de Daniel Noboa se abre la puerta para una versión 4.0 de Ecuador: digital, global, bilingüe y audaz. Noboa 2.0 ya fue. Viene Noboa 4.0. La versión inicial, inesperada, disruptiva, fue la de un joven heredero que entró a la política con velocidad de ‘startup’. Pero ahora, tras su reafirmación popular, entra en la lógica de plataforma-país. El Ecuador que necesita gobernar no es el que se queja de lo que fue, sino el que construye lo que será.
Un país con Wi-Fi en lugar de alambradas. El mundo se divide entre conectados y desconectados. El Ecuador 4.0 debe ser un país que piense en términos digitales: trámites cero, burocracia en la nube, ‘blockchai’ en la tierra. Un estudiante no debe depender del colegio para tener un diploma de un colegio titulado. Un examen nacional gratuito y abierto, plataformas de formación ‘online’ certificadas por el Estado y validadas por resultados.
Bilingüismo como política de poder. El inglés es una herramienta de supervivencia global. Institucionalizar un Ecuador bilingüe es un acto de soberanía económica. Si hablamos inglés jugamos en la liga mayor. Si no, solo vendemos banano y compramos iPhones sin entender términos y condiciones.
Ni China, ni EE.UU., ni Europa: Ecuador con todos. No ser monógamos en lo geopolítico. Hay que salir a hacer alianzas estratégicas sin sumisión ideológica. China construye. EE.UU. consume. Europa regula. Ecuador debe aprender a negociar con cada uno. Un país con propuestas de valor: energías limpias, alimentos diferenciados, turismo único y posición geoestratégica.
Campeones nacionales sin proteccionismo bobo. Ser proteccionista no es cerrarse, es construir músculo antes de salir al ring. Ecuador necesita campeones nacionales. El Estado debe invertir ayudando a la empresa nacional y luego retirarse con elegancia. El modelo no es subsidio eterno, es impulso inicial.
Mar y tierra: hay cordillera, pero también hay mar. Explotar aguas, desarrollar puertos inteligentes, abrir el mar a la innovación y no solo a la pesca artesanal. El mar puede ser fuente de energía, de ciencia, de turismo de alto nivel.
Turismo. El tren de Ecuador es una ruta de lujo entre paisajes, cocinas y culturas. El centro de Quito es patrimonio vivo, no museo muerto. Guayaquil es la Perla del Pacífico Sur, conectada con Asia por negocios y con Europa por historia. Ecuador puede ser destino de retiro de alto nivel, como Portugal.
Gastronomía ecuatoriana: se tiene papa, maíz, mariscos, ajíes, cacaos finos. Hay ingredientes, lo que falta es relato. Marca país que una a chefs, agricultores y exportadores. Comer es política. Y Ecuador puede cocinar su identidad en cada plato que sirva al mundo. Los tiene.
El presidente reelegido tiene dos opciones: convertirse en un administrador eficiente de la herencia o ser el arquitecto de una nueva era. No se trata de prometer más. Se trata de hacerlo distinto. Un país de 200 años no puede esperar 200 más para despertar. Ecuador tiene con qué. Lo que falta es atreverse. Y estoy seguro de que Noboa se va a conectar; y si se conecta con el espíritu de los que no tienen miedo a cambiar el mundo, puede ser más que un presidente más. Buena suerte, Noboa.