Mauricio Velandia: País en llamas
Los empresarios están bastante preocupados ya que el Gobierno anuncia apagones como consecuencia de un boicot en su contra
Los escritores Robin Yassin Kassab & Leila al Shami escribieron el libro País en llamas, que relata una historia que transcurre en Siria en 2011, donde muchos sirios se toman las calles de Damasco para exigir el derrocamiento del Gobierno de Bashar al Asad. Siria está al borde del desastre.
Por el acontecer nacional de las últimas semanas podría afirmarse que Ecuador puede escribir su propio libro, País en llamas. Veamos sus capítulos: la entrada a la embajada de México de fuerzas militares fue un error. Nadie niega que desde México López Obrador estaba metiendo mucho las narices en terreno ajeno. Opinar sobre el asesinato de un candidato en otro país o darle aire a una persona ya juzgada (Jorge Glas) no tiene razón de ser. Se volvió costumbre en Latinoamérica que un presidente se ocupe ahora de lo que pasa en otro país donde fue elegido y se olvide de gobernar el suyo. Completamente desatinado López Obrador. Pero vivimos en un mundo donde es necesario recordar que un actuar trae consecuencias y el presidente Noboa tiene que aprender a observar lo que conlleva su comportamiento en términos de país. Ecuador fue noticia mundial; gran parte de la comunidad internacional pide medidas en su contra a fin de dar ejemplo de lo que no se hace. El bombardeo de Irán a Israel y la respuesta que ahora da Israel a Irán -que no sabemos cuánto escale-, han robado atención internacional a lo ocurrido en la embajada de México. Pero sobre ese tema volverán las instancias internacionales para dar ejemplo de lo que no se debe hacer.
La crisis energética que ahora presenta Ecuador es un segundo capítulo del libro. En unos cuantos días, sin mayores anuncios previos, las velas son apetecidas en las tiendas. Los empresarios están bastante preocupados ya que el Gobierno anuncia apagones como consecuencia de un boicot en su contra, de parte de un ministerio y sus funcionarios; es decir, fuego amigo. La verdad, Ecuador está en mora de modernizar la generación y distribución de energía, dando paso a hidroeléctricas y termoeléctrica concesionadas a empresas privadas que entren en un mercado en competencia. La estructura actual del mercado de energía fracasó y es dependiente del chorro de Colombia, que ahora también está a punto de entrar en las tinieblas. El presidente Noboa en su plan de gobierno prometió cosas al respecto. Interesante que la Superintendencia de Competencia actúe y determine si existió un boicot que daña el mercado energético y como efecto dominó, el mercado nacional; no todo es penal, también el poder de mercado y sus consecuencias. Todo suma para apagar el incendio.
El tercer capítulo está de manos de la consulta popular. Nada más importante para una sociedad democrática que el texto constitucional. Pero no es sana una consulta popular con mínima explicación al votante acerca de su contenido y alcance. Mantengamos al pueblo ignorante y solo publicitemos la palabra SÍ. Ese no es el camino propio de una persona estudiada, que sabe que un pueblo bien informado vota bien. Presidente Noboa, ilustre al pueblo y sume; no reste para su reelección.
Un país en llamas debe ser apagado. Se necesita un cuerpo de bomberos capacitado para ello. Ponerse gafas negras puede conllevar a no ver bien el incendio. En este instante se requiere recordar que el mundo es consecuencial. Si el incendio no se apaga ya, veo las sirenas de Jan Topíc sonando con paso fuerte.