Construir una mejor democracia

Construir más democracia demanda unir ideas, encontrar coincidencias, evitar radicalizar confrontaciones, impedir injusticias o el atropello a garantías ciudadanas.
El Ecuador viene buscando vivir en una democracia más estable, con mayor seguridad, más bienestar social, eliminar la sombra de una permanente incertidumbre con gobiernos sujetos a vaivenes políticos, presiones sociales y coyunturas electorales.
El presidente G. Lasso tiene la oportunidad histórica de construir una mejor democracia, aquello requiere tener la sensibilidad de admitir su elección y las expectativas que genera su gobierno, responden a una evidente tendencia de evitar caer en un gobierno absolutista y sectario, que tanto daño han hecho a países como Venezuela, Nicaragua, sumergidas en una pérdida de libertades y profunda crisis económica de muy difícil reversibilidad.
En ese escenario, el gobierno tiene reales posibilidades de generar amplios espacios de diálogo y muy poco margen de error. Su planteamiento de gobierno del “encuentro” no puede quedar reducido a un eslogan, es innegable el Ecuador es un país diverso, multicultural, multiétnico, eso exige escuchar para buscar acuerdos por la vía de la razón y no de la fuerza, a su vez entender causas y efectos de determinadas conductas, originadas en atávicas marginaciones o en la búsqueda de protagonismos e intereses políticos identificables.
Hay que incorporar criterios de personas probas, experimentadas, que contribuyan al acierto. Definir objetivos con claridad, trazar una hoja de ruta que conduzca a la meta deseada, fijado el camino y establecido el objetivo, no habrá pretextos para que voces altisonantes o quienes no creen en la democracia puedan detener la marcha hacia el logro de mejores días para todos. Hay múltiples urgencias, no tienen plazo de espera: combatir sin tregua la corrupción y la pobreza, atención al sector agropecuario y pesquero, seguridad social, desnutrición infantil, falta de empleo, déficit fiscal, mejora de servicios de salud, educación, vivienda, entre otras, piden respuestas ágiles y concretas alejadas de discursos genéricos. Construir más democracia demanda unir ideas, encontrar coincidencias, evitar radicalizar confrontaciones, impedir injusticias o el atropello a garantías ciudadanas.