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Gobernabilidad e inversiones

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El presidente Guillermo Lasso tiene un compromiso fundamental, preservar la democracia. Esa gestión rebasa visiones o apetencias del grupo político al que pertenece’.

En anterior artículo señalaba la necesidad de que el Gobierno construya una gobernabilidad que le posibilite impulsar su proyecto político. Una democracia exige los más amplios diálogos, sin que eso signifique renunciar a las tesis gubernamentales, ni transigir con valores, ni tampoco buscar homogeneidad, lo cual es un absurdo tratándose de seres humanos.

Un gobierno para tener control del país debe prevenir el ascenso de la conflictividad. Se sostiene con razones que gobernar es un arte en que se persigue convertir en realidades, ideales y anhelos; aquello impone contar con un buen equipo de trabajo, definir estrategias y tácticas que conduzcan a la obtención de resultados deseados. Por lo tanto, demanda liderazgo, lo cual se logra con actitudes y acciones concretas que generan confianza y credibilidad ciudadana.

En un régimen democrático se presentan dos opciones: o se utiliza la capacidad de persuasión para convencer y encontrar coincidencias en función de objetivos nacionales de interés común, o se radicalizan posiciones en que hay que usar la fuerza para contrarrestar adversarios. En Ecuador alcanzar acuerdos está influenciado por la diversidad regional y diferencias étnico-culturales, a lo que se unen controversias ideológicas, conflictividades intersectoriales y las lógicas distancias derivadas de intereses distintos y distantes. Un gobierno debe poseer conceptos claros y con gestiones de beneficio social aplacar corrientes desestabilizadoras opositoras.

El presidente Guillermo Lasso tiene un compromiso fundamental, preservar la democracia. Esa gestión rebasa visiones o apetencias del grupo político al que pertenece, lo obliga a encontrar la ruta para cumplir la primera de las obligaciones de un gobierno democrático: respetar y hacer respetar la Constitución y leyes que generen la seguridad jurídica que reclaman los inversionistas, la cual es una propuesta básica del Gobierno, que trata por esa vía de reactivar la economía, aumentar empleos, combatir la pobreza, conseguir más bienestar social y evitar el surgimiento de un gobierno totalitario de un partido único, actual peligro latente en América Latina.