Medardo Mora: Invierno fiscalizador

El invierno, ineludible fiscalizador de las obras públicas, ha puesto al descubierto la falta de planificación
El invierno, ineludible fiscalizador de las obras públicas, ha puesto al descubierto la falta de planificación, desconocimiento e imprevisión de organismos nacionales y seccionales evidenciando la contratación o ejecución de obras que no se hacen pensando en el bienestar ciudadano; prevalecen intereses electoreros o las coimas que reciben quienes contratan o adjudican las obras.
Eso explica por qué un importante porcentaje de la población no recibe el prioritario servicio de agua potable; tampoco cuentan con alcantarillados de aguas lluvias y servidas para un buen saneamiento ambiental. Los gobiernos provinciales no han construido canales de riego que posibiliten el flujo de aguas cuando crecen los ríos, los han dejado azolvar, al igual que esteros y quebradas que se desbordan fácilmente, ocasionando incalculables pérdidas a los agricultores. Las represas que han ayudado mucho al control de las aguas las construyeron organismos como Cedege, CRM, CREA, Predesur, entre otros, eliminados en el gobierno del Ec. Correa, que los centralizó creando Senagua.
Las calles se dañan con las lluvias, no se les da mantenimiento. Las municipalidades priorizan nombrar más personal que les sirva de clientela o apoyo en las elecciones o se contratan conciertos a costos elevados para atraer el voto de quienes piensan que esos momentos de diversión demuestran preocupación por las personas de escasos recursos económicos al ser eventos gratuitos, sin advertir que son pagados con los tributos de los ciudadanos, aunque por ello no se paguen oportunamente los salarios del personal.
Las carreteras se destruyen afectando la movilidad ciudadana.
En esa oscura realidad se recuerda el exalcalde de Guayaquil León Febres-Cordero, quien estableció que el gasto corriente no exceda el 15 % del presupuesto municipal. Por eso pudo realizar una trascendente obra pública que la ONU valoró y por ello le entregó reconocimiento como ejemplo de gestión en las ciudades de América Latina. En cambio la histórica Bahía de Caráquez cuna de la nacionalidad ecuatoriana por la llegada de los Caras antes de la conquista española, no tiene agua potable.