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Montecristi y su cerro

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Las movilizaciones de pobladores no buscaban impedir el combate al narcotráfico, por eso sugerían que se instale el radar en otra meseta cercana: lo que sí faltó es una preventiva difusión del tema...’.

De Montecristi, legendario cantón manabita (fue su capital), se han hecho los más variados comentarios por la decisión del Ministerio de Defensa y de la FAE de instalar un radar en la cima de su emblemático cerro, motivando la reacción de vecinos que se oponían a su militarización.

El cerro ha sido históricamente una especie de centinela, vigía, símbolo de la ciudad que nació y creció recostada bajo sus faldas, sitio de paseo y recreación de moradores y visitantes. Se le atribuye además ser fuente de agua y reserva de flora y fauna.

Los terrenos aledaños a este coloso están habitados por comunas ancestrales dedicadas a cultivar la tierra, es sitio precursor del sembrío y exportación de sombreros de paja toquilla; su peculiar composición poblacional genera un profundo arraigo en sus pobladores. Las movilizaciones de pobladores no buscaban impedir el combate al narcotráfico, por eso sugerían que se instale el radar en otra meseta cercana; lo que sí faltó es una preventiva difusión del tema, lo cual fue aprovechado por grupos políticos opositores al Gobierno y seguramente por personas vinculadas al narcotráfico (delito creciente que azota a Manabí). No es extemporáneo que con el acompañamiento de ciudadanos representativos de la provincia se hagan acercamientos que no se hicieron antes, para que no quede la sensación de que este instrumento de control fue impuesto a la fuerza y que el cerro queda para la posteridad sometido a la rígida dependencia de las Fuerzas Armadas.

Es verdad que en la parte baja del cerro se construyeron edificaciones para la Constituyente del 2008, eso fue previamente socializado y contemplaba la construcción de un antiguo anhelo de los pobladores de Montecristi: un museo-mausoleo en homenaje a su hijo predilecto, el Gral. Eloy Alfaro. Tampoco es cierto que la Refinería del Pacífico fue instalada sin oposición, hubo sectores ciudadanos que cuando se planteó su instalación efectuaron protestas que fueron contrarrestadas con la oferta de hacer una obra que potenciaría económicamente a la región; eso generó expectativas en algunos sectores de negocios que apoyaron el fallido proyecto.