Medardo Mora: Pugnas de poder o electorales
Mientras dimes y diretes concentran la preocupación ciudadana, el país sigue en un despeñadero de muy difícil reversibilidad
El país está entretenido con reales o aparentes pugnas entre Gobierno y Legislatura por una supuesta conspiración que fragua la oposición y el distanciamiento entre presidente y vicepresidenta, electos en una misma papeleta al unirse como candidatos cuando no tenían posibilidad de ganar y el entonces candidato Daniel Noboa no pensó bien en quién lo acompañaría a gobernar. Posteriormente fue electo presidente por una mayoría ciudadana anticorreísta y se percató de que no había escogido acertadamente el binomio.
Mientras dimes y diretes concentran la preocupación ciudadana y sirven de insumo para multiplicar mensajes en redes sociales, el país sigue en un despeñadero de muy difícil reversibilidad. Sigue latente la inseguridad, la situación económica empeora por falta de empleos y alza del costo de vida, la deuda pública aumenta, hay mediocres servicios públicos, la seguridad social cerca de colapsar, y no existe crecimiento económico, pero crecen la pobreza y la delincuencia.
La antigua expresión del poeta Juvenal refiriéndose a la táctica de los emperadores romanos de distraer a la ciudadanía con dádivas y espectáculos circenses, es la que buscan replicar los políticos carecen de ideales y patriotismo. No existe una controversia por tesis o mecanismos de solución de los múltiples problemas que agobian a los ecuatorianos, prevalecen ambiciones o visiones políticas personales o de grupos. No se impulsan diálogos democráticos para coincidir en planes que contribuyan a superar la crisis que existe, nadie renuncia a nada, olvidan que todos somos parte del Estado o un municipio y quienes son elegidos para administrar las entidades nacionales o seccionales son mandatarios que deben responder a sus mandantes, pero la vanidad los hace creerse dueños del país, provincia o cantón.
En la actual geopolítica mundial la controversia es entre vivir en democracia con libertades o en una autocracia donde quienes gobiernan deciden qué se puede decir o hacer (caso Rusia, China, países islámicos); promueven un capitalismo de Estado donde se permiten negocios siempre que sean beneficiosos al grupo gobernante.