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Medardo Mora | Racionalizar y controlar el gasto público

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El Ministerio de Finanzas autoriza la ejecución de contratos colectivos de trabajadores de entidades públicas

Compete a los gobiernos nacionales y seccionales racionalizar el gasto público y ser austeros. Al ser dinero de todos, aunque no cueste conseguirlo, se lo derrocha alegremente. El presidente de El Salvador, N. Bukele, afirmó acertadamente: “Cuando se usan correctamente los recursos públicos, alcanza para todo”.

En Ecuador no existe un cuidadoso uso de los recursos fiscales. Los gastos corrientes siguen creciendo y, para cubrirlos, se recurre a la desleal e injusta decisión de que esa negligencia la pague el ciudadano con nuevos impuestos o más endeudamiento estatal, deuda a proveedores, atraso en transferencias a organismos seccionales. No hay inversión pública ni buenos servicios públicos.

Es impostergable eliminar instituciones y funcionarios públicos innecesarios. Resulta extraño que se denuncie que existen “sueldos dorados” cuando legalmente nadie puede ganar más que el Presidente de la República, pero no se lo controla. Quienes han cobrado retribuciones de entidades del Estado en exceso deben reintegrarlo; eso corresponde determinarlo a la Contraloría, al Ministerio del Trabajo y al Consejo de la Judicatura, sancionando a los jueces que ordenen pagos ilegales. El Ministerio de Finanzas autoriza la ejecución de contratos colectivos de trabajadores de entidades públicas y debe impedir cualquier abuso que afecte a las arcas fiscales.

Tampoco puede un jubilado de una entidad estatal recibir una pensión superior a la máxima establecida por el IESS; de haberlo hecho, debe reintegrar lo excesivamente cobrado. Se justifica reconocer una pensión a un expresidente de la República en proporción al tiempo laborado, pero no puede ser hereditaria.

Las empresas públicas como Petroecuador, CNT, CNE, CELEC, FLOPEC, etc., son botines de enriquecimiento ilícito de funcionarios y contratistas. Hay incontables nuevos ricos que se han lucrado deshonestamente de ellas, sin que hayan existido observaciones de organismos de control y judiciales.

Un plan de recuperación nacional demanda priorizar la racionalización y el control del gasto público; de lo contrario, se seguirá empobreciendo más a todos los ecuatorianos y el país se hundirá en una crisis de muy difícil reversibilidad.