Medardo Mora Solórzano | Ecuador sin un plan de país
Un plan exige transparencia, ética, acciones concretas, asumir responsabilidades y apoyo a la generación de riqueza
Diario EXPRESO viene insistiendo en sus editoriales en la necesidad imperiosa de que los gobiernos no antepongan campañas electoralistas y prioricen un plan con objetivos nacionales que fortalezcan la democracia, desarrollen el país y contribuyan a mejorar el bienestar y calidad de vida de la población.
Los partidos y dirigentes políticos debieran ser canales de comunicación entre las aspiraciones de la sociedad y los ideales de sus respectivas agrupaciones, que edifiquen un país con mayores oportunidades laborales, donde vivir éticamente, en paz, con estabilidad y seguridad jurídica. Pero reducen su rol a conseguir votos para captar el poder; para ello utilizan la mentira, la visión sesgada, la palabrería hueca. Lo único que les importa es ganar elecciones. Los ciudadanos obligados legalmente a votar, lo hacen sin estar plenamente informados o convencidos; sin embargo, son inducidos a escoger una opción.
Este mercadeo de votos está destrozando al país, no hay patriotismo, no los conmueve la creciente pobreza, la desocupación, la inseguridad. Quienes son parte de los poderes Ejecutivo y Legislativo limitan su agenda a satisfacer sus intereses o los de sus dirigentes o agrupaciones políticas; los organismos judiciales y de control, penetrados por la corrupción, contribuyen a oscurecer más la crisis existente. En ese escenario el pueblo siente que la actividad política, que debe ser ciencia y arte, es un trampolín para figurar o enriquecerse ilícitamente, olvidando los problemas que aquejan a los ecuatorianos. Son muy hábiles y ágiles para crear más impuestos, para seguir endeudando al país y quitar liquidez a la seguridad social a cambio de papeles de cobro incierto.
No hay inversión pública que ayude a generar fuentes de trabajo, tampoco se enfrenta la desenfrenada descomposición moral existente, reflejada en el bien denominado por la Fiscalía, caso Metástasis.
Un plan que beneficie al Ecuador exige transparencia, ética, acciones concretas, asumir responsabilidades y apoyo a la generación de riqueza; la limosna oficial solo mal acostumbra a la población, mientras el país se hunde en más miseria y desengaños.