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Medardo Mora | Subida de impuestos, gasolina y deuda

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Las medidas económicas con subida de impuestos y precio de la gasolina, el incremento de la deuda pública, favorecen al fisco

Los ecuatorianos pagan la negligente gestión de los gobiernos de los últimos 30 años, salvando algunos aciertos, como firmar la paz con el Perú, la dolarización y el bono de desarrollo humano que alivia a personas en precariedad económica.

El feriado bancario, el derroche de recursos públicos, la irrefrenable corrupción y la falta de seguridad jurídica han provocado masivas migraciones al ver muy nublado el futuro del país.

Las medidas económicas con subida de impuestos y precio de la gasolina, el incremento de la deuda pública, favorecen al fisco y reducen el déficit del presupuesto estatal pero no benefician a la población; lo que aumenta es el costo de vida, la pobreza, el desempleo.

No se racionaliza el gasto público, hay escasa inversión pública y privada, se mantienen la inseguridad y temor por el avance del crimen organizado aliado al narcotráfico internacional y su poderío económico, la posibilidad de apagones sigue latente, no existe una buena atención en salud, tampoco se mejora la calidad de la educación, no se enfrenta la crisis de la seguridad social, no se apoya decididamente al sector productivo primario, hay déficit de viviendas.

Los gobiernos han olvidado que su primer deber es procurar mejorar las condiciones de vida de la población, los funcionarios públicos han perdido la mística que los caracterizó históricamente, así como sentir el honor de servir a sus conciudadanos; sus actuales códigos ya no incluyen obrar con ética y eficiencia. Se ha institucionalizado la coima, beneficiarse en la contratación de una obra o en la adquisición o venta de bienes.

La fiscal general ha puesto en evidencia la descomposición del país, la contaminación de jueces, fiscales, funcionarios nacionales y seccionales, y miembros de la fuerza pública. Hay muchos nuevos ricos ilícitamente enriquecidos, ese es un delito no prescribe; la ciudadanía debe colaborar denunciando a Contraloría General, que parece que quiere recuperar su rol de guardián de los recursos públicos. Que examine aquellas fortunas no que se justifican, sin que quienes las exhiben hayan recibido una cuantiosa herencia o ganado la lotería.