Premium

Convalecencia económica

Avatar del Medardo Mora

...todo lo cual evidencia que se puede concluir que hay una convalecencia pero no una real recuperación económica. En una democracia un gobierno se legitima no solo por su origen sino por su desempeño’.

Desde el Gobierno se afirma que el Ecuador está reactivándose, pero los indicadores económicos generales no lo demuestran. Aparte del riesgo país que se mantiene elevado por la alta conflictividad política y la inseguridad jurídica y personal, la tasa de empleo pleno o adecuado alcanza apenas un 33,2 % de la población económicamente activa, que comparado con el 37,9 % que existía el año 2019, antes del coronavirus, tiene un decrecimiento en más de un 4 %, factor que no puede dejar de ser observado en una análisis serio y transparente de la realidad socioeconómica del país, aparte de que no se observa un plan de obra pública gubernamental consistente. El Gobierno sigue teniendo como un desafío pendiente mejorar las oportunidades de empleo, que fue la principal oferta de su campaña electoral.

A esos hechos que inciden en el bienestar del conjunto de la población hay que agregar que tampoco se logra revertir el decrecimiento económico del 8 % que se produjo el año 2020 como efecto directo de la pandemia; el crecimiento habido en los años 2021 y 2022 apenas equiparan ese porcentaje, todo lo cual demuestra que el Ecuador está todavía distante de una real reactivación de su economía. Lo que sí existe es una cierta dinamia derivada de los altos precios del petróleo y sobre todo del crecimiento de las exportaciones agrícolas y pesqueras, lo cual contribuye a mejorar el PIB, activa el comercio y fortalece la dolarización por el ingreso de divisas.

A lo antes anotado hay que agregar que el Ecuador ha mantenido por estar dolarizado una baja tasa de inflación de 1 o 2 % anual, después del año 2015, en que tuvo una inflación cercana al 4 %; pero en este año 2022 la inflación superará el 4 % debido en buena medida a factores externos, entre ellos la guerra Rusia-Ucrania. Tampoco se puede omitir que la deuda pública sigue aumentando, aunque en porcentajes inferiores a los que tuvo en los dos gobiernos anteriores, todo lo cual evidencia que se puede concluir que hay una convalecencia pero no una real recuperación económica.

En una democracia un gobierno se legitima no solo por su origen sino por su desempeño.