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Crueldades de la guerra y sus secuelas

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El mundo observa estupefacto la guerra moral y emocionalmente repudiable de Rusia contra Ucrania, destrozando al país y su población sin otro propósito que sentir el placer egoísta de creerse poderoso y temible

El mundo sigue observando estupefacto la guerra moral y emocionalmente repudiable que Rusia lanzó contra Ucrania, destrozando al país y su población, sin otro propósito que sentir el placer egoísta de creerse poderoso y temible. Son desgarradoras las escenas de gente que abandona sus hogares, sacrificando todo, para evitar ser exterminada. Al presidente ruso V. Putin lo único que parece interesarle es demostrar el poderío militar de Rusia, sin escuchar el multiplicado rechazo mundial a su actitud.

No es la primera vez que Rusia evidencia su vocación imperialista y expansionista. Durante la época de la Unión Soviética se realizaron iguales masacres en Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Alemania, a la que se dividió con el infame Muro de Berlín. Es justo recordar la posición democrática del exgobernante soviético Mijaíl Gorbachov, que tomó la decisión histórica de impulsar la perestroika y el glásnost, que buscaba reformar y transparentar lo que realmente era la vida al interior de Rusia. Varios países de Europa recuperaron su soberanía, fue un triunfo de la libertad contra la opresión, de la democracia contra la tiranía, un alto a seudolíderes políticos a quienes no les importa la vida y el bienestar de sus gobernados, sino usufructuar del poder según sus conveniencias. ¡Cuánto daño hicieron a la humanidad el fanatismo o dogmatismo político o religioso, con los atroces crímenes que cometieron!

El mundo todavía no se recupera de los estragos del coronavirus y sufre las consecuencias de una guerra absurda. Las secuelas son devastadoras si se considera que la economía actualmente es muy interdependiente entre los distintos Estados. Ecuador tiene un intercambio de exportaciones e importaciones con Rusia y Ucrania de alrededor de 2.000 millones de dólares, afectando incluso la dieta alimenticia de los ecuatorianos, como el pan, que requiere el trigo que se importa de esos países. El aumento del precio del petróleo ayuda a paliar la crisis fiscal pero incide en el costo de vida al depender muchos bienes de ese combustible. La verdad es que en la guerra solo hay perdedores y reconstruir los daños es muy costoso.