Desafío a la gobernabilidad del Estado

Ojalá en el caso actual haya un paréntesis en las posiciones políticas, se contribuya con las investigaciones y no se las deje desviar...
El Estado nace y se justifica para que exista una convivencia pacífica, organizada, que garantice orden, libertad, seguridad, justicia. Es responsabilidad de quienes lo gobiernan hacer cumplir sus fines, pero cuando existe temor, intranquilidad, cuando prevalecen la violencia, la corrupción, la criminalidad, se abren las puertas al imperio del más agresivo, del más atrevido, que no respeta la ley ni a nadie, desafiando la gobernabilidad del Estado.
El tenebroso asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio dibuja los altos niveles de descomposición a los que ha llegado el Ecuador, cuya población percibe que el crimen organizado se ha tomado el país con la cooperación de algunos agentes del orden, funcionarios nacionales y seccionales comprometidos, jueces y fiscales que favorecen la impunidad de delincuentes comunes y de cuello blanco.
En un país que deambula sin timonel confiable en aguas turbulentas, en la incertidumbre, sin objetivos ni metas claras, se realizarán unas intempestivas elecciones, que debieron ser en el año 2025, convocadas por la decisión del presidente Lasso de disolver la Asamblea Legislativa por el juicio político que esta le seguía, renunciando a completar su período. Pudo optar por dejar que el vicepresidente termine el mandato.
El execrable crimen contra Fernando Villavicencio nos recuerda el cometido en 1978 al Ec. Abdón Calderón Muñoz, también candidato presidencial, implacable combatiente de la corrupción existente en aquella época, crimen que investigado con el apoyo de las fuerzas políticas democráticas permitió conocer autores intelectuales y materiales. Ojalá en el caso actual haya un paréntesis en las radicalizadas posiciones políticas, se contribuya con las investigaciones y no se las deje desviar con coartadas politiqueras que favorecerán a quienes les interesa no ser descubiertos. Ese sería el mejor homenaje a quien combatió frontalmente la corrupción y las poderosas mafias que tienen en zozobra a los ecuatorianos.
La ciudadanía concurrirá a votar con una mochila cargada de pocas esperanzas. El debate, por formato y contenido, contribuyó poco a la decisión electoral.