Descentralización, federalismo, autonomías

La propuesta en el fondo persigue una mayor descentralización administrativa y desconcentración del poder ante un modelo centralizado agotado, inequitativo’.
La propuesta sobre federalismo del exalcalde de Guayaquil, Ab. Jaime Nebot, ha generado obvias reacciones, al tratarse de una reforma de carácter político y constitucional que implicaría un cambio radical en la forma de organización y administración del Estado ecuatoriano.
Al margen de factores de orden electoral que pudieran incidir en la propuesta, esta debe debatirse. El término federar, muy lejos de significar independentismo, literalmente es unir, y en el caso de establecer provincias o regiones federadas, estas se unirían en un Estado federal en el que las federadas tendrán amplia capacidad de decisión para impulsar su propio desarrollo y bienestar. Para ilustrar mi comentario recuerdo que existen federaciones nacionales deportivas, profesionales, empresariales, laborales, etc. que agrupan federaciones provinciales. La propuesta en el fondo persigue una mayor descentralización administrativa y desconcentración del poder ante un modelo centralizado agotado, inequitativo.
El Ecuador debe comenzar aceptando su realidad histórica. Nace como república independiente en 1830 con tres regiones (Costa, Sierra, Austro); previamente, siendo parte de la Gran Colombia, el Congreso de Angostura lo dividió en 8 provincias que volvieron a ser adoptadas en la Constitución de 1835, cuando asume la presidencia del país Vicente Rocafuerte. Antes de aquello, en Octubre de 1820, Guayaquil se declaró independiente junto a las provincias que formaban parte de esa región costera, que en esa época tenían poca comunicación con el centro del país y mucho más con el Perú, a través de sus ríos y el océano Pacífico.
Simón Bolívar procuró en su lucha libertaria mantener una gran nación, a eso obedece su vehemente deseo de que Guayaquil se mantenga dentro de lo que era el Estado del Sur de la Gran Colombia, esto es lo que ahora es el Ecuador.
Como hechos subsecuentes, actualmente hay que considerar que la Amazonía es una región distinta a las tres con que se constituye el Ecuador en 1830, y en el año 2000, cinco provincias realizaron consultas populares y se pronunciaron por adoptar un régimen de autonomías.