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Sin ideas ni rutas claras

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Ventajosamente el sector agroexportador y el acuícola, que contribuyen a fortalecer la dolarización y generan múltiples empleos directos e indirectos, crecen y mantienen a flote la economía’.

Me cuento entre los ecuatorianos que tratamos de mantener el optimismo por ver un mejor Ecuador del mañana. Lamentablemente la realidad nos hace entender que no se observa ni ideas ni rutas claras que nos conduzcan hacia ese destino. Quienes nos gobiernan desde las distintas funciones del Estado limitan sus esfuerzos a defender pequeñas parcelas de poder, olvidando su responsabilidad de procurar edificar un país más unido por objetivos de interés común. No existe la debida interrelación en la administración pública, las posiciones políticas radicalizadas alejan toda posibilidad de entablar diálogos patrióticos y el resultado es lógico: un país mirado desde la óptica internacional con uno de los más altos riesgos a nivel de América Latina, superado solo por Venezuela y Argentina, lógica consecuencia de la incontrolable inseguridad jurídica y personal, crecientes índices de pobreza, elevado endeudamiento público, falta de políticas públicas cohesionadas, que deterioran la institucionalidad y afectan la democracia.

Los nuevos ingresos fiscales fruto del alza de impuestos y altos precios del petróleo, que significan alrededor de 3.000 millones de dólares anuales en ingresos extras al presupuesto del Estado, no se ven reflejados en mayor inversión pública que hubiese contribuido a la generación de más empleo, propuesta fundamental en la campaña del presidente Lasso. Inversamente, el gasto corriente no ha disminuido y se ha incrementado.

El Gobierno ha perdido la etapa más importante de su período, cuando al inicio de su mandato gozaba de un alto y esperanzado respaldo ciudadano, que le hubiese posibilitado emprender en un consistente desarrollo del país. Sus gestiones se han ido diluyendo por errores u omisiones de forma y fondo, que le han significado pérdida de credibilidad y confianza, con el consiguiente costo de tener escasos espacios de gobernabilidad, factor fundamental para enrumbar un plan de gobierno. Ventajosamente el sector agroexportador y el acuícola, que contribuyen a fortalecer la dolarización y generan múltiples empleos directos e indirectos, crecen y mantienen a flote la economía.