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Oposición y olvido

Avatar del Medardo Mora

No se valoraron individuamente los casos, lo cual es percibido como garantías a la impunidad, invade atribuciones de la Función Judicial y está muy lejos de favorecer la reconciliación nacional e inversamente estimula la confrontación

Se atribuye a Voltaire, histórico ideólogo de la Revolución francesa, la frase “la política es el camino en que personas sin principios son elegidas para gobernar por personas sin memoria”. Aquella metáfora se explica por la actitud de quienes no analizan los hechos en contexto, olvidan el pasado, repiten errores en el presente, afectando su propio futuro.

El Ecuador fue testigo en octubre de 2019 de actos vandálicos que difícilmente se borrarán de la memoria colectiva. Se atemorizó a la ciudadanía, se destrozaron bienes particulares, se destruyeron calles y lugares públicos de Quito, se incendió el edificio de Contraloría, se atacó medios de comunicación y periodistas, se agredió a miembros de la Policía y F.F. A.A., en síntesis un conjunto de acciones amparadas en el tumulto, orientadas a desestabilizar el régimen constituido, ante una decisión inconsulta del gobierno de L. Moreno, que por su cuenta y riesgo eliminó el subsidio a los combustibles, lo cual realmente tiene alta incidencia en el costo de vida.

En una democracia es esencial el rol de la oposición política cuando critica errores o excesos del gobierno de turno, por eso no debe sorprendernos que existan coincidencia en agrupaciones políticas opositoras cuestionando decisiones gubernamentales, pero es reprochable que la actual Asamblea lo haga para controlar el CPCCS y repartirse autoridades que designa este organismo. En 1979, cuando se restauró el régimen democrático, desde el Parlamento se hizo una beligerante oposición al gobierno de Jaime Roldós y Osvaldo Hurtado por los llamados “patriarcas de la componenda”, pero esa oposición no destrozó bienes, ni sembró terror, obró dentro de los cauces democráticos. Lo de octubre de 2019 desconoció derechos humanos de aquellos que no participaban en la asonada, eso explica el rechazo a la amnistía concedida en grupo, mezclando acontecimientos. No se valoraron individuamente los casos, lo cual es percibido como garantías a la impunidad, invade atribuciones de la Función Judicial y está muy lejos de favorecer la reconciliación nacional e inversamente estimula la confrontación.