Paro perjudicial
El paro afectó irreversiblemente a estudiantes, productores agropecuarios (las comunidades indígenas son parte de ellos), trabajadores formales e informales, artesanos, transportistas, exportadores, industriales...’.
Es difícil cuantificar el perjuicio por la paralización promovida por la Conaie, a la que se sumaron agrupaciones políticas amigas de violencias callejeras. Un paro es una medida extrema que tiene explicación cuando no hay respuestas a necesidades apremiantes de la sociedad, pero nada justifica utilizar el vandalismo o la fuerza para impedir a los demás trabajar o transitar por calles y carreteras del país, violentado sus derechos humanos.
El paro afectó irreversiblemente a estudiantes, productores agropecuarios (las comunidades indígenas son parte de ellos), trabajadores formales e informales, artesanos, transportistas, exportadores, industriales, comerciantes, y en general, causando enormes pérdidas a todos los ecuatorianos, que soportan la escasez de alimentos, carencia de medicamentos y una descontrolada escalada de precios.
Es impostergable que el país recobre la normalidad; si quienes han hecho uso de su derecho a una legítima protesta tuvieron esa intención y no la de desestabilizar la democracia, el paro ha cumplido su propósito de hacer un sonoro y claro llamado de atención al Gobierno, al cual corresponde hacer un análisis autocrítico, enmendar errores, evaluar el cumplimiento de lo que fueron promesas de campaña y emprender acciones consecuentes con el mandato de los electores, fortaleciendo la democracia que se ha debilitado. Aquello exige dar respuestas concretas a crecientes angustias de sectores empobrecidos.
Las aspiraciones de las comunidades indígenas han recibido el apoyo y simpatía ciudadana respaldando peticiones de sus históricos dirigentes, legalizando su derecho a organizarse, a sus identidades étnicas-culturales, educación intercultural, atención de servicios básicos, pero los actos de los últimos dirigentes de la Conaie, en los paros de Octubre/19 y el actual, reflejan una inequívoca actitud politiquera que ha merecido el más amplio reproche ciudadano.
P.D. Mi solidaridad con quienes hacen Diario Expreso por el fallecimiento de su fundador, Galo Martínez Merchán, gran ecuatoriano e indiscutido líder del periodismo, a quien siempre recordará el Ecuador.