Recuperar la tranquilidad

No hay que pensar solo en medidas represivas, hay que elaborar un plan preventivo concreto que impida o limite la escalada delincuencial. Se debe recurrir a personas experimentadas en este campo...’.
La seguridad es una prioritaria e ineludible obligación del Estado con sus habitantes. Sin tranquilidad se trastorna la vida normal, se interrumpen actividades, incluyendo las educativas y recreativas, y lo más grave es que la población sufre la más dura y cruel situación a la que puede estar expuesta una persona: vivir con temor, miedo, inseguro, no poder movilizarse libremente por la posibilidad de ser atacado y no tener protección.
El Ecuador vive los últimos años una creciente inseguridad que tuvo su punto más alto hace 2 semanas, cuando se asesinaron policías, hubo actos de terror que sembraron pánico. Se afirma que se produjeron momentos que no los había vivido el país en su vida republicana o al menos las últimas décadas, todo ello como producto del avance del crimen organizado, que tiene vínculos y financiamiento del narcotráfico.
Esa dura y triste realidad no se supera con discursos que no conducen a ninguna parte, tampoco es la solución decretar cada cierto tiempo estados de excepción que perjudican el trabajo cotidiano; hay que tomar decisiones definidas y permanentes, con objetivos de corto, mediano y largo alcance, y aquello requiere la colaboración de todos: de la academia, de la sociedad civil, bajo la dirección coordinada del Gobierno nacional y gobiernos seccionales, los poderes Legislativo y Judicial, el apoyo eficaz de la fuerza pública, en especial de la Policía Nacional, institución responsable de mantener el orden y la paz ciudadana , a la que hay que dotar de implementos que le permitan cumplir su misión, empezando por depurarla, al ser innegable que hay elementos que están penetrados por capos del delito, como también lo están las Fuerzas Armadas.
No hay que pensar solo en medidas represivas, hay que elaborar un plan preventivo concreto que impida o limite la escalada delincuencial. Se debe recurrir a personas experimentadas en este campo para poder enfrentar este grave problema que demanda de inteligencia especializada, ejecutar acciones u obras que contrarresten la penetración de organizaciones delictivas en sectores empobrecidos por falta de atención estatal.