Asumir el reto a progresar

"Es hora de asumir el reto y atrevernos a dejar de odiar, ser pragmáticos y escoger por progresar"
La carrera por Carondelet ha iniciado en medio de la pandemia, la economía algo estable y propuestas cargadas de ideologías, más que de conocimiento propiamente dicho; son la tónica mayoritariamente.
Situaciones complejas exigen soluciones complejas, realizadas por personas con conocimiento de las razones que las generan y las acciones a tomar por duras que fueran, para solucionarlos de manera sostenida y definitiva.
La pandemia ha dejado en claro que más que una reforma laboral se requiere de una legislación integral, acorde al primer cuarto del siglo XXI, en la que prime la creación de condiciones que permitan generar empleo para aquel 70 % que forma parte de la informalidad y en la cual se debe replantear lo que es la prestación de servicios propiamente dichos, más que la verdadera prestación interpersonal laboral, en exclusiva; principios caducos sostenidos bajo los parámetros de la primera o segunda mitad del siglo pasado.
La pandemia obliga a la población a reflexionar que en febrero no escogemos a Mr. Ecuador o señorita Simpatía, ni al representante de la Pachamama. Se debe escoger a quien esté cuantitativa y cualitativamente más capacitado para dar cara al mundo, sacar el mejor provecho para que la sociedad ecuatoriana deje de estar en los últimos lugares de desarrollo, económica y socialmente hablando.
Hace 40 años China invitó a los inversionistas internacionales a tratar de hacerse ricos en China. Deng Xiaoping: “el socialismo y la economía de mercado no son incompatibles; no importa que el gato sea blanco o negro con tal que cace ratones”. Igual llamado realizó en Singapur, Lee Kuan Yew, quien además puso mano fuerte contra la corrupción. Y hoy lo hace India. Bajo tales circunstancias, todos viniendo de economías rurales deficitarias y todas con resultados económicos sorprendentemente positivos, ¿por qué no imitar la propuesta, la fórmula e implementación? Es hora de apostar por el desarrollo en lo político, económico y social; no por politiqueros partidistas. Es hora de asumir el reto y atrevernos a dejar de odiar, ser pragmáticos y escoger por progresar.