Modesto Apolo: CNEL, sindicalismo dorado
En el caso de las empresas privadas, también es fundamental que los contratos colectivos se negocien de manera justa
Los contratos colectivos son acuerdos entre los empleadores y los trabajadores. Estos contratos incluyen beneficios para los trabajadores, adicionales a los del Código Laboral.
En las instituciones públicas, se llegan a exageraciones como estabilidad de 8 años, sobresueldos por antigüedad, etc., dilapidando irresponsablemente los recursos públicos; haciendo necesario crear el marco legal que ponga límites a los contratos colectivos y sean manejados equilibrando los beneficios otorgados a los trabajadores, teniendo presente que el fin superior de los recursos estatales, es ser invertidos en bienes y servicios en favor de la comunidad, garantizando así la equidad y eficiencia en el uso de tales recursos.
Luego de las declaraciones del Ministro de Energía encargado, sobre los 522 millones de dólares que cuesta el contrato colectivo de CNEL, sumadas las denuncias de boicot, ineficiencia en desempeño del trabajo; etc., pone al descubierto los privilegios del sindicalismo, develando por qué se oponen a cualquier flexibilización en materia laboral.
La Constitución establece como obligación prioritaria del Estado crear políticas que incentiven y/o protejan el trabajo en el sector privado; el llamado a generar empleo, por lo que es de vital importancia cuidar la fuente de empleo, creando la normativa que establezca límites a las demandas colectivas.
En el caso de las empresas privadas, también es fundamental que los contratos colectivos se negocien de manera justa, responsable con límites, considerando tanto las necesidades de los trabajadores como la sostenibilidad económica de la institución.
Límites que impidan a las empresas, por supervivencia, tener que reducir la plantilla de trabajadores por el incremento en los costos de producción por la contratación colectiva, o peor aún, por dicho incremento, tener que cerrar la empresa.
En resumen, la transparencia, la responsabilidad y la equidad son claves en la negociación y aplicación de contratos colectivos, tanto en instituciones públicas como privadas. Para asegurar el trabajo es vital erradicar el sindicalismo dorado.