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Modesto Apolo: La final

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Por lo manifestado, para el correísmo y sus aliados, estas elecciones son como la final en el juego del chantaje

En la política ecuatoriana las elecciones presidenciales y de asambleístas, si las queremos entender, debemos leer las letras pequeñas; aquello que parece irracional en el correísmo; dividir la votación para la presidencia de la República.

Cinco correístas de candidatos a presidente tienen como finalidad la posibilidad de burlar la limitación del gasto electoral que tendrían con un solo partido o movimiento. La necesidad de supervivencia de los movimientos y partidos, que de no alcanzar los porcentajes mínimos desaparecen, brinda esa oportunidad a RC5, en esta suerte de Airbnb electoral.

RC5, cuyo voto duro se ha visto disminuido, apunta a la conformación de una mayoría en la Asamblea. Recordemos que el correísmo desde 2008 hasta la fecha ha manipulado gobiernos con alianzas tras bastidores. Ej.: la oposición al gobierno de Moreno, el boicot al gobierno de Guillermo Lasso, quien se vio obligado a activar el recurso de la muerte cruzada; y una oposición férrea, en los últimos meses, contra el gobierno de Daniel Noboa, tras la captura de Jorge Glas en la embajada de México.

Otro elemento a considerar es que la fiscal general en el primer trimestre de 2025 termina sus funciones y que ella se convirtió en la piedra en el zapato de los corruptos, que han sido juzgados y sentenciados, unos pocos están en prisión y la mayoría prófugos en México, Bélgica y Venezuela. Prófugos que pretenden implantar en la memoria popular el mito de la persecución política. Por tanto, ya sea para iniciar juicios políticos, o para muñequear la designación de autoridades, la Asamblea es la cancha política donde se juegan los destinos del país. Por eso RC5 trae a su jugador #10 (Patiño) y el presidente a su mejor jugadora, la Dra. Anabella Azín de Noboa (su madre), quien cuenta con amplia experiencia política, es querida, respetada y empática con el pueblo; y cuidará que el gobierno de su hijo, en caso de ser reelegido, no se vea chantajeado por los opositores coludidos.

Por lo manifestado, para el correísmo y sus aliados, estas elecciones son como la final en el juego del chantaje y la impunidad.