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Ley de transparencia papel higiénico

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La comunicación es la actividad cuyo objetivo es recabar, compendiar, priorizar y publicar información concerniente a hechos actuales, pasados y aquellos posibles, deseables o indeseables en el futuro, para presentar información provechosa a través de fuentes seguras y verificables.

La Constitución de la República asegura el ejercicio de los derechos a la información y libertad de expresión. Para garantizar tales derechos se creó la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública, al cual en sus antecedentes manifiesta: “… garantiza el derecho a acceder a las fuentes de información como mecanismo para ejercer la participación democrática respecto del manejo de la cosa pública y la rendición de cuentas a la que están sujetos todos los funcionarios del manejo de la misma, así como la rendición de cuentas a la que están sujetos todos los funcionarios del Estado, y demás entidades obligadas por esta ley: que es necesario hacer efectivo el principio de publicidad de los actos, contratos y gestiones de las instituciones del Estado y de aquellas financiadas con recursos públicos o que por su naturaleza sean de interés público; que la norma constitucional establece que no existirá reserva respecto de informaciones que reposen en archivos públicos, excepto de aquellas que por seguridad nacional no deben ser dadas a conocer; que la libertad de información está reconocida tanto en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, como en el artículo 13 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos…”.

Para algunos funcionarios del gobierno nacional o de los gobiernos seccionales, “autoconvertidos en Batman encerrados en sus baticuevas llenas de secretos”; los derechos contenidos en la Constitución y en la Ley de Transparencia son violados al negarse a proporcionar la información requerida, a vista y paciencia de las autoridades de control como Contraloría y Fiscalía, para las cuales en la práctica pareciera ser también que el contenido en las páginas de la Constitución y la Ley de Transparencia solo sirven como papel higiénico.