Modesto Gerardo Apolo | De migración y deportaciones
![Avatar del Modesto Apolo](/files/image_153_172/uploads/2024/04/07/66136707e5ad3.png)
Todo Estado tiene el derecho soberano de controlar sus fronteras y regular quién ingresa a su territorio
Entre los políticos de izquierda, esos que se autoproclaman progresistas pero que tienen a sus pueblos hundidos en la corrupción y la miseria, han levantado su protesta en contra de la política de deportaciones, de migrantes ilegales, llevada a cabo por el gobierno del presidente Donald Trump.
Al respecto, es fundamental reconocer que la protección de la soberanía, la seguridad y el bienestar de un país y sus ciudadanos es responsabilidad de cualquier mandatario.
Todo Estado tiene el derecho soberano de controlar sus fronteras y regular quién ingresa a su territorio.
La migración ilegal genera desafíos en materia de seguridad, como el tráfico de personas, el crimen organizado y la explotación laboral; a más de ejercer presión sobre los servicios públicos, como la salud, la educación y la vivienda. De ahí que todo mandatario debe garantizar que los recursos del país se utilicen de manera eficiente y equitativa para el bienestar de sus ciudadanos.
La migración ilegal representa un desafío para el orden público y la seguridad nacional, por tanto, el Estado tiene el derecho y la obligación de aplicar medidas como la deportación, respetando los derechos humanos y los tratados internacionales.
La migración es un fenómeno global que requiere soluciones coordinadas. Los mandatarios deben trabajar para abordar las causas de la migración, como la pobreza, la violencia, la corrupción, etc.
Rechazar la migración ilegal, incluyendo la deportación cuando sea imprescindible, son medidas legítimas y necesarias de todo Estado para mantener el orden y la estabilidad. Acciones que deben implementarse con justicia y humanidad, buscando el bien común y el desarrollo sostenible de la nación.
El mal no está en quien deporta, el mal está en quien crea las condiciones para la migración ilegal.
Por tanto, eliminando de los pueblos la miseria y corrupción propias de los gobiernos ‘progresistas’ se estaría combatiendo las causas que generan la migración ilegal y su consecuencia, la deportación.
En conclusión señores ‘progresistas’, no evadan su responsabilidad en la tragedia de nuestros migrantes.