Modesto Gerardo Apolo | Reencuentro en el infierno
Los tiranos, a menudo, al inicio llegan al poder por el voto popular exacerbando el nacionalismo
El fraude electoral es una constante en los países socialistas gobernados por tiranos. La Cuba de Fidel Castro, la Rusia de Stalin, la China de Mao y la Venezuela de Chávez y Maduro son ejemplos de lo manifestado.
El último proceso electoral en Venezuela no fue más que la ejecución del fraude sistemático típico en esos regímenes y la reedición del proceso y resultado electoral del 2019, en el cual Juan Guaidó fue designado como presidente de Venezuela para el periodo de enero del 2019 y enero del 2023.
Al igual que hoy, el pueblo indignado se levantó, hubo militares que invitaron a Maduro a reconocer su derrota y entregar el poder al legítimo presidente electo; al igual que hoy, dichos ‘insurrectos’ fueron perseguidos y en algunos casos desaparecidos.
Al igual que hoy, la OEA y la ONU se reunieron para exhortar a Nicolás Maduro a reconocer su derrota y entregar el poder al ganador Edmundo González Urrutia.
Al igual que hoy, en 2019 el rechazo internacional al fraude electoral fue contundente pero poco efectivo, pues Maduro siguió y sigue gobernando.
En cuanto a la tiranía propia de los gobiernos autoritarios de izquierda, esta a menudo termina a manos del pueblo, ejemplo de aquello es la captura y muerte de Muamar el Gadafi, Sadam Huseín, Benito Mussolini, Pol Pot, etc., son unos cuantos ejemplos de lo manifestado.
Los tiranos, a menudo, al inicio llegan al poder por el voto popular exacerbando el nacionalismo, acomodando la historia a sus intereses, declarándose casi herederos de tales ‘padres’ de la patria. Ofrecen igualdad y equidad, pero en el poder la única igualdad para el pueblo es la miseria, y la equidad depende de cuan serviles al régimen sean; es la nueva esclavitud, soportada en el fraude electoral.
Los lujos y la riqueza pertenecen a la nación y como la nación les pertenece, la riqueza, el poder y los lujos también les pertenecen.
Que Venezuela salga del secuestro socialista requiere medidas extremas, radicales; caso contrario, será cuando Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Hugo Chávez y el resto de dictadorzuelos se encuentren en el infierno.
