Modesto Gerardo Apolo | Para salir del estancamiento
Para salir del hoyo en que nos encontramos, es necesaria la educación en valores cívicos, éticos, comunitarios
El desarrollo económico de un país se refleja en su estructura política, social y jurídica. Si esta tiene altos niveles de inseguridad, debido a grupos de delincuencia organizada, corrupción sistémica y un sistema económico que desincentiva la inversión, el sistema es fallido.
Dieciocho años de prácticas populistas de izquierda, en el caso ecuatoriano, el establecimiento de leyes laborales rígidas, altos costos de la mano de obra, restringieron las oportunidades de crecimiento económico e inversión, por tanto, de generación de empleo formal.
La corrupción en Ecuador la institucionalizaron RC5 y PSC, al permear todos los niveles del gobierno con la corrupción, haciendo ineficaz el sistema judicial.
Ante tales circunstancias, nos preguntamos: ¿por qué nuestro estancamiento comparado con nuestros vecinos Colombia y Perú?
A diferencia nuestra, ellos recuperaron la institucionalidad, implementando el fortalecimiento del Estado de Derecho, recuperando el control territorial, desarticulando los grupos de delincuencia organizada, en lugar de protegerlos desde el Legislativo o Judicial como sucede con RC5 y el PSC, en nuestro país.
La estabilidad económica y laboral la alcanzaron reduciendo los costos de la mano de obra; la simplificación de impuestos para la inversión y promoción de acuerdos laborales equitativos, que les permitieron ser competitivos en los mercados internacionales a través de tratados de libre comercio.
Para salir del hoyo en que nos encontramos, es necesaria la educación en valores cívicos, éticos, comunitarios, a través de una cultura de disciplina y esfuerzo. Mediante campañas públicas que promuevan proyectos de mejora comunitaria; incentivando proyectos de desarrollo sostenible para aprovechar los recursos naturales de manera eficiente y responsable. Desarrollar infraestructura que permita el crecimiento de regiones marginadas y la conectividad entre zonas rurales y urbanas. Esto solo se logra dejando de elegir a los causantes del desastre en que vivimos; solo así nos pondremos a la par de nuestros vecinos, en desarrollo y bienestar para todos los ecuatorianos.