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Modesto Apolo: Sin perder el enfoque

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El derecho a la vida pasa a ser un privilegio si depende de la voluntad del delincuente

Enfoque es concentrar la atención de manera profunda en un tema determinado.

En los últimos años, a medida que la delincuencia gana terreno, sembrando el terror, afianzando sus actividades ilícitas y potenciando la inseguridad, la ciudadanía con nostalgia expresa su deseo de recuperar aquellos días en que se desarrollaban las actividades laborales, recreacionales y familiares en un ambiente de paz. Ambiente en el cual los secuestros eran casi inexistentes y los delitos comunes eran el robo, el estruche o la estafa; donde el sicariato y las vacunas eran fenómenos extraños a nuestra cultura y eran más bien vistos como libretos de películas de mafiosos, inexistentes en nuestra sociedad. Ese tipo de actos, los identificábamos como propios de sociedades decadentes, carentes de valores éticos y morales.

La sociedad ecuatoriana a partir de que empezó a regir la Constitución de Montecristi se encuentra en grave estado de decadencia por estar tomada, debido a que sus autoridades están bajo órdenes de la delincuencia organizada; aquello los califica como corruptos, narcopolíticos, narcojueces y narcogenerales.

La decadencia es evidente cuando el criterio para elegir a un mandatario está bajo la premisa: “robaron pero hicieron”. En dicha premisa el enfoque primario es erróneo, porque justifica el delito para obtener pingües resultados.

Igual situación se da en aquella frase: “pactemos con la delincuencia para que baje la inseguridad”, empoderándola, dando reconocimiento a sus actividades, permitiéndole afianzar aún más su poder sobre la vida, la muerte, la economía o el empleo de la gente; mendigando por la vida y la paz familiar.

Ni con la delincuencia se pacta, ni la vida se mendiga; la seguridad se la exige.

El derecho a la vida pasa a ser un privilegio si depende de la voluntad del delincuente.

Este 15 de octubre vamos a elegir a un nuevo mandatario. Si queremos recuperar la sociedad de paz, no podemos elegir a quienes pactan con la delincuencia o la tienen como su aliada.

Por eso, es necesario no perder el enfoque de recuperar nuestro derecho a la vida, el trabajo, el progreso y la paz.