Modesto Apolo: ¿A quién responden?

La violencia y la impunidad campean en el país, poniendo en duda la eficacia de la ley y de la administración de justicia
En el argot popular, ante una situación inexplicable, absurda, ilógica, surge la pregunta: “¿a quién responden?”, cuestionándose, ¿al servicio de quién están?
Traigo a colación dicha inquietud luego de ver el informe de un estudio denominado: “Gobernanzas criminales y enclaves productivos de la minería ilegal en el Ecuador”, realizado por el máster Carlos Bravo Grijalva y Renato Rivera Ron, publicado en la revista Logos, Ciencia y Tecnología de Colombia, en el cual se evidencia que el incremento de la minería ilegal desborda con creces, económicamente, al conseguido por el sector formal en el Ecuador. Este último, controlado por el Estado y combatido por ambientalistas de tendencia ideológica ‘progresista’; esos a los que el candidato Milei de Argentina denominaría zurdos de…; esos laxos, por no decir cómplices, por su silencio, con quienes ejecutan la minería ilegal utilizada por los carteles nacionales y/o internacionales de la droga para el lavado de activos. Basta recordar los lingotes de oro encontrados en la casa del denominado ‘Patrón Norero’, asesinado en prisión.
La misma reflexión cabrá con aquellos grupos de ‘derechos humanos’, integrados también por progresistas, ‘zurdos’, preocupados por los derechos de los delincuentes, pero absolutamente mudos cuando se trata de los derechos de las familias de las víctimas de la violencia a manos de los delincuentes que tanto defienden.
La violencia y la impunidad campean en el país, poniendo en duda la eficacia de la ley y de la administración de justicia.
Así las cosas, pareciera que la vida y la muerte, los bienes y el trabajo, dependen del capricho o voluntad de las organizaciones delincuenciales; porque la justicia para el ciudadano común es una quimera, un anhelo, una ilusión.
Destruir dicho sistema de terror e injusticia se convierte en un imperativo; así como urgente es dar un giro de 180 grados para los ecuatorianos, ya que ante la opinión pública, el Ecuador pareciera ser un Estado fallido, donde impera la anarquía gracias a políticos y jueces corruptos, a quienes bien cabría preguntarles: ¿a quién responden?