Modesto Apolo: La seguridad jurídica
Están obligados a fortalecer sus sistemas legales, a combatir la corrupción y a promover el respeto por el Estado de derecho
La seguridad jurídica es un pilar fundamental en el desarrollo de las sociedades modernas. Este concepto que se refiere a la certeza y previsibilidad que otorga el ordenamiento legal a las personas y las instituciones, constituye la base sobre la cual se erigen las garantías individuales, el comercio nacional e internacional, y la confianza de los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros.
Sin seguridad jurídica el Estado de derecho pierde fuerza, abriendo la puerta a la arbitrariedad, el abuso de poder y la inseguridad social.
Los emprendedores y empresarios necesitan tener certeza sobre el cumplimiento de sus contratos y la estabilidad de las regulaciones para planificar sus inversiones y crecimiento a largo plazo.
Con la globalización las empresas dependen de marcos legales confiables para realizar transacciones con actores extranjeros.
Los inversionistas buscan entornos donde puedan operar con confianza en que sus derechos serán respetados y protegidos. Factores como la estabilidad política, la transparencia en los procedimientos legales, la protección frente a la expropiación e incautación arbitraria y la existencia de mecanismos eficientes para resolver disputas son esenciales para atraer capital.
Es así como países con altos niveles de seguridad jurídica tienden a ser más competitivos, ya que reducen los riesgos asociados con la inestabilidad legal o regulatoria. Esto es particularmente importante en sectores estratégicos como la energía, las telecomunicaciones y la infraestructura, donde las inversiones suelen ser de largo plazo y de alto costo.
Garantizar un marco legal claro, estable y predecible crea las condiciones necesarias para el crecimiento económico, el comercio eficiente y la atracción de inversiones.
Por ello, los Estados están obligados a fortalecer sus sistemas legales y judiciales, a combatir la corrupción y a promover el respeto por el Estado de derecho. Solo así se construye un entorno en el que todos los actores, ciudadanos y los grandes inversionistas puedan confiar plenamente en el sistema y contribuir al progreso de la sociedad.