Comodidad o quemeimportismo
La imagen de poder de la Conaie existe gracias a la inacción efectiva de esos héroes de teclado, que son presa de la comodidad o del quemeimportismo.
Una vez más la Conaie, tomándose la supuesta representación de los ecuatorianos, exige al presidente Lasso que renuncie al cargo; pese a que el Gobierno procuró ejecutar dentro de lo posible, los acuerdos a los que se arribó en las mesas de diálogo. El abandono de estos por parte de la Conaie dejó al descubierto su inexistente ánimo conciliatorio.
Todo haría pensar que fue tiempo perdido el de negociaciones; y lo fue para el Gobierno, al realizar algunas concesiones minimizadas por la dirigencia indígena, que apostaba al todo o nada. Sin embargo, estratégicamente, el tiempo transcurrido como pausa era vital para la Conaie, ya que pese a la prolongada jornada de protestas de junio del año pasado, el cansancio, hambre y poco resultado obtenido, causaron el progresivo desánimo de las diversas comunidades participantes, las cuales abandonaron la protesta; abandono que de no haber existido, la posibilidad de pausar la participación callejera so pretexto de las mesas de diálogo, la protesta quedaba reducida a vandalismo golpista puro. De ahí la necesidad de tiempo de la Conaie, para reestructurarse, replantear estrategias, realizar nuevas alianzas y obtener financiamiento para nuevos levantamientos.
La Conaie obtiene su imagen de poder y fuerza en las calles, gracias a ser disciplinados, obedientes y a utilizar el temor como herramienta en sus movilizaciones. Así, al que no cumple lo ordenado se le aplica la justicia indígena, consolidando a la masa con la cual generan ruido y anarquía en la calle.
La Conaie dividida y debilitada no representa siquiera a la totalidad del indigenado. Así quedó evidenciado en la movilización anunciada para el miércoles pasado; enviaron a marchar a unas cuantas mujeres, cuyo discurso difería diametralmente del de Leonidas Iza, pasando la jornada casi desapercibida.
Queda claro que si la Conaie no representa a todo el indigenado, menos aún puede pretender representar al resto de los ecuatorianos.
La imagen de poder de la Conaie existe gracias a la inacción efectiva de esos héroes de teclado, que son presa de la comodidad o del quemeimportismo.
