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Estado federativo, la salida

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Bajo tales circunstancias y con base en que evidentemente somos diversos, consideramos que el Estado federativo es una buena salida.

La postura radical de la dirigencia indígena en las mesas de diálogo con el Gobierno nacional es evidente, como evidente es la visión y modelo económico diametralmente opuesto entre ambos participantes en las mesas de negociación.

En la última elección presidencial elegimos el modelo económico de centroderecha representado por el hoy presidente Guillermo Lasso, coincidiendo en su visión de la recuperación económica del país, impulsando la inversión, con la generación de planes y leyes que permitan la viabilidad de contratación laboral menos rígida, reajustando el tamaño del Estado, acorralando la evasión y elusión tributaria; reduciendo la pérdida de recursos generada por el contrabando de combustibles, gracias a su bajo precio, a consecuencia de los subsidiados. Dicha fórmula lograría, supuestamente, la disminución del desempleo y subempleo, generando oportunidades al pequeño y gran productor de realizar alianzas estratégicas que les permita comercializar sus productos dentro y fuera del Ecuador.

Por su lado, la visión de la dirigencia indígena, tal como quedó evidenciado en las mesas de diálogo, está empeñada, a la fuerza, bajo la amenaza constante de nuevos levantamientos, en implantar su modelo socialista, nacionalista, fascista, mariateguista, que tiene reprimido y sumergido a su pueblo en la miseria, agravando la obesidad del Estado paternalista y asfixiando al empresariado con trabas legales.

Los guayaquileños y otros sectores del país rechazamos el modelo del indigenado; no nos sentimos representados por ellos. Por tanto, no aceptamos imposición alguna de ellos. Pensamos y planteamos en lo social, seguridad y económico, modelos distintos, porque somos diversos.

El Estado se encuentra asediado por el indigenado, la delincuencia organizada, y la Asamblea alineada con esta última, quienes vienen boicoteando el programa de gobierno, para luego pretender descaradamente, destituir al presidente por incumplirlo. Bajo tales circunstancias y con base en que evidentemente somos diversos, consideramos que el Estado federativo es una buena salida.