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La hora de la verdad

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Sin la oposición, corresponde al presidente Lasso gobernar sin excusas

El Decreto Ejecutivo 741, por el cual el presidente Guillermo Lasso disolvió la Asamblea y solicitó al CNE que convoque a elecciones dentro del plazo de siete días, conforme a lo establecido en el artículo 148 de la Constitución, ejecutó por primera vez la figura constitucional de la Muerte Cruzada. Luego de dos años de oposición irracional para boicotear la ejecución del plan de gobierno del presidente Lasso, negando cuanto proyecto de ley presentare el Ejecutivo, a más de distraerlo de sus funciones propias, al intentar tumbarlo en cuatro ocasiones en un período de dos años.

El objetivo perseguido por la oposición en la Asamblea era lograr la impunidad a través de poner en el sillón presidencial a un mandatario títere, al servicio de los corruptos procesados, sentenciados y/o prófugos, quienes persiguiendo el indulto presidencial (pese a que el mismo no aplica para el peculado), gozar de libertad y en el caso del prófugo Correa, recuperar la posibilidad de participar como candidato en futuras elecciones presidenciales.

El accionar de algunos ‘narco -políticos-golpistas’, en contubernio con algunos ‘narco-jueces’, para mantener indemnes a cabecillas de bandas narcoterroristas, bien podría, figurativamente, asimilarse a la denominada figura de apología del delito, ya que los argumentos mediante los cuales motivan sus fallos dan ventaja al delincuente, minando así la seguridad ciudadana y el trabajo de las fuerzas del orden; favoreciendo a dichas agrupaciones delincuenciales, ‘narco-terroristas’, en su labor de repartirse el territorio nacional para sus negocios ilícitos.

Gracias al Decreto Ejecutivo 741, el sueño del retorno de Rafael Correa a participar en las futuras elecciones, si hubiese obtenido el indulto, ha quedado postergado.

Sin la oposición, corresponde al presidente Lasso gobernar sin excusas, demostrando que está preparado para el cargo, que sabe qué y cómo hacer para mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos en lo económico y fundamentalmente en lo social y seguridad ciudadana; es así que al gobierno del presidente Lasso le llegó la hora de la verdad.