¿Quién les dijo?
Los actos de vandalismo son delitos comunes; ¿quién les dijo que es protesta social?
Desde el gobierno del Dr. Rodrigo Borja Cevallos, la Conaie con el paso de los años se autoungió como vocera de los ecuatorianos, pese a ser solamente 1,1 millón de indígenas de 14 nacionalidades distintas, de un total de una población de 17511.000 habitantes en el Ecuador, según datos de la Cepal; por lo cual, el indigenado representa, aproximadamente, el 7 % de la población ecuatoriana.
El Capítulo Cuatro de la Constitución, al reconocerles derechos de pluriculturalidad, plurietnia, educación pluricultural, sistema propio de justicia los circunscribieron a su población y a sus territorios ancestrales; de tal suerte que nadie que no pertenezca a la etnia indígena pueda ser juzgado por la justicia indígena, ya que para el resto de ecuatorianos nuestro juez natural es el perteneciente a la justicia ordinaria.
Si bien la Constitución reconoce ciertos derechos a las comunidades indígenas, cholas, afroecuatorianas, en general a las minorías, tratándose de los derechos del indigenado los circunscribe a su territorio, población y comunidad, razón por la cual no pueden ni deben autoproclamarse voceros del 93 % de los ecuatorianos, y menos aún considerar erróneamente, patente de corso, por sobre la ley y el orden jurídico y político establecido, a los derechos otorgados en su favor en la Constitución.
Violar los derechos de movilización, retener a la fuerza a miembros de las fuerzas del orden, dañar la propiedad pública y privada son delitos. Todos estos delitos representan perjuicios económicos para las víctimas de tales hechos, siendo deber de las fuerzas del orden detener y poner a órdenes de la autoridad competente a los presuntos delincuentes vándalos.
Es obligación de los perjudicados presentar las correspondientes denuncias y demandar a los autores materiales e intelectuales por el daño emergente y el lucro cesante ocasionados; solo así terminaremos con la falacia de la supuesta represión a la protesta social y la inexistente persecución política.
Los actos de vandalismo son delitos comunes; ¿quién les dijo que es protesta social?, ¿quién les dijo?
