Modesto Gerardo Apolo | Populismo parlamentario laboral
Es lamentable que la ley vaya contra corriente en el ámbito laboral mundial, al ir en contra de dinamizar las normas laborales
Recientemente la Asamblea expidió la creación de la Ley para erradicar la violencia en el trabajo. Cabe destacar que contra el acoso y la violencia laboral ya existían disposiciones que condenaban tales prácticas.
Es lamentable que la ley vaya contra corriente en el ámbito laboral mundial, al ir en contra de dinamizar las normas laborales, desechando la rigidez que desincentiva la creación de empleo.
Maximizar los derechos, minimizar las obligaciones del trabajador, sacrificando los principios básicos de productividad, eficacia y eficiencia dentro de la relación obrero patronal, incurre en el denominado populismo parlamentario.
En futuros días veremos una avalancha de acuerdos modificatorios en los contratos de trabajo iniciales en cuanto al objeto del contrato y en las obligaciones del trabajador, para que la exigencia del cumplimiento de las obligaciones contractuales no sean consideradas, indebidamente, como abuso o acoso laboral por parte del empleador; o no caer en aquello de eso no es parte de mis obligaciones, por parte del trabajador.
Para evitar aquello se deberán incluir un sinnúmero de actividades dentro de las cláusulas contractuales “objeto del contrato”, así como en la de “deberes y obligaciones del trabajador” para no afectar la eficiencia de la cadena productiva.
Es lamentable que se siga legislando con criterio de la primera mitad del siglo XX, sin considerar la realidad contractual que exige la primera mitad del siglo XXI.
La práctica nos enseña que el endurecimiento de las condiciones de trabajo deviene en más desempleo.
Los asambleístas obviaron, por ignorancia o exprofeso, que el acoso laboral también se da de trabajadores contra el empleador; mas como mayor cantidad de votos provienen del sector trabajador que del empleador, no les importó caer en el populismo en materia laboral, ni generar la burocratización de las actividades dentro de la relación obrero-patronal en el sector privado, evidenciando que la finalidad en las futuras elecciones es obtener votos, más que crear trabajo; de ahí que hayan caído en el populismo parlamentario laboral.