Modesto Gerardo Apolo | ‘Si vis pacem para bellum’
Al narcoterrorismo se lo debe combatir, desmantelar, destruir en todos sus ámbitos: político, social y sobre todo económico
El narcotráfico y la corrupción tienen en común la avaricia. Para ellos el fin es enriquecerse rápido y groseramente, total, el fin justifica los medios.
El narcoterrorismo es un negocio transnacional; para aquello requieren narcotizar a la sociedad reclutando políticos, jueces, funcionarios públicos corruptos.
Requieren boicotear el empleo formal, para desde la informalidad reclutar la tropa con la cual realizarán los diversos actos delictivos. Esa es la verdadera precarización laboral y sobre aquello calladitos los revolucionarios y sindicalistas.
El lavado de activos es parte de la narcotización de la sociedad; dineros invertidos en actividades diversas, como medios de prensa, cadenas de negocios, financiamientos para la adquisición de diversos bienes, etc. Esa es la razón por la cual el narcolavado representa siete puntos del PIB.
El narcoterrorismo es un negocio, hay que combatirlo y quebrarlo para que migren a otros países que les brinden mejores facilidades logísticas y de gestión.
El medio marítimo es el preferido del narcotráfico. Si retorna el avión radar, militarizamos los puertos y reforzamos el comando de guardacostas habremos dado un duro golpe al narcoterrorismo. Hay que poner mucha atención a Galápagos, para no permitir que se convierta en puerto de abastecimiento de armas para el narcoterrorismo.
Implementar la extradición y la ley de extinción de dominio para narcotraficantes, narcoterroristas y sus cómplices es fundamental para ahuyentarlos.
Para esto se necesitan recursos. Se habla de incrementar el IVA al 15%, lo cual ha generado el rechazo de RC5.
Señores, no sería necesario subir impuestos, si los pillos del correísmo que durante 10 años se llevaron el dinero del Estado ecuatoriano, incluidos los de la reconstrucción de Esmeraldas y Manabí, devolvieran lo mal habido; pero sobre eso prefieren callar.
Al narcoterrorismo se lo debe combatir, desmantelar, destruir en todos sus ámbitos: político, social y sobre todo económico.
Como manifestó el escritor romano Vegecio: Si queremos la paz hay que estar preparados para la guerra. “Si vis pacem para bellum”.