La ría Guayas

Más o menos 60 años han pasado desde la última vez que le fue dragado su fondo marino
Con la Guayas me refiero a la ría Guayas, porque la ría es un brazo del mar que entra en la tierra por la elevación del nivel del mar y posee aquello que se denomina mareas.
Desde inmemoriales épocas de la humanidad, las vías fluviales han sido el medio de transportación de personas, animales y productos, razón por la cual los asentamientos en sus riberas, se constituyeron de manera natural en polos de desarrollo de caseríos, pueblos y ciudades, cuyos habitantes crecen íntimamente relacionados con dicho entorno.
Quedamos pocos de aquellos que de pequeños disfrutamos de los paseos en las lanchas a Durán, cuando el puente de la Unidad Nacional era solo un sueño de los guayaquileños y un gran proyecto de ingeniería para unir Costa, Sierra y a través de esta al Oriente ecuatoriano.
Guardo gratos recuerdos de paseos familiares los domingos, a la vera del Malecón, sus escaleras de caliza, muelles de carga; el espectáculo de los estibadores de banano, por endebles tablones cargando los racimos de plátano o sacas de cacao, de la barcaza a las bodegas de los buques fondeados en la ría. Los guayaquileños de antaño, de frente a la ría y con esta en nuestras vidas.
Más o menos 60 años han pasado desde la última vez que le fue dragado su fondo marino y desde entonces, de a poco, la ciudad y su gente le dieron la espalda a la ría Guayas.
Ese quemeimportismo de las autoridades de turno y candidatos enfrascados en una campaña política clientelar han permitido que el abandono de la ría sea evidente, que las embarcaciones de diverso calado ya no naveguen como antaño, arrebatándole su naturaleza marinera, comercial, cosmopolita a la ciudad-puerto.
La realidad es que gracias a las rivalidades políticas, sumadas a los intereses económicos, el baratillo de ofertas, la poca o nula planificación; la testarudez y capricho de ciertos ‘caudillos’, la ría Guayas está entre puentes peatonales e ineficaz aerovía, cuyas bases y altura entorpecen la libre navegación y generan sedimentación, sumado al quemeimportismo ciudadano; allí encontraremos las causas por las que la ría Guayas agoniza.