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Próximamente, parque...

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"El país entero, es decir autoridades, instituciones públicas, sector privado y ciudadanía, deberá orientarse a una actividad productiva sustentable y sostenible"

Guayaquil, Samborondón, Durán, Daule, todo sigue poblándose. Se anuncia la construcción de nuevos proyectos residenciales y, cumplidos los trámites, los municipios inician el desarrollo de vías nuevas y de infraestructura para servicios básicos. Casi inmediatamente aparecen también los letreros de nuevos centros comerciales: “Próximamente, mall…”. Y crece el número de vehículos que ruedan por calles y avenidas. 

Nuevos automóviles se incorporan cada día al tráfico, congestionándolas más, junto con la Metrovía y los buses de transporte urbano, muchos de los cuales circulan contaminando el aire, sin ser detenidos por las autoridades de tránsito. Aumenta también la contaminación visual. Cuadras y cuadras repletas de letreros compiten con vallas publicitarias en veredas y parterres, a los que se suman ahora gigantes estructuras negras con mensajes electrónicos de educación vial: “No cambie bruscamente de carril…”.

El presidente de la República acaba de modificar el nombre del Ministerio de Ambiente incorporando el tema de la transición ecológica, que se convertirá en política de Estado. Si se cumple, el país entero, es decir autoridades, instituciones públicas, sector privado y ciudadanía, deberá orientarse a una actividad productiva sustentable y sostenible. Este giro deberá darse para cumplir la ley y porque nuestra salud y supervivencia dependen de ello, tanto por el cambio climático, como por la pandemia actual (y las que se pronostica que vendrán). 

La prevención de la COVID obliga a buscar espacios abiertos y evitar los cerrados y con poca ventilación; sin embargo, no hay ni un letrero que promocione la apertura no de uno, sino de numerosos parques. No se habla de una siembra programada de árboles que den sombra y ayuden a bajar la temperatura de grandes sectores donde únicamente hay cemento. 

No se sabe aún de ninguna planificación para que progresivamente vayamos reemplazando nuestros autos con motores a gasolina por otros eléctricos. Igual sucede con el transporte público. No clasificamos los desperdicios. No podemos movilizarnos en bicicleta con seguridad. Hay mucho por hacer.