Pulir dos joyas
La naturaleza cumple su parte. En la isla, piqueros patas azules, imperturbables ante los turistas, muestran su baile de cortejo; los de Nazca, sus polluelos; los piqueros de patas rojas, el contraste de colores de su plumaje, patas y pico; las fragatas, su inflado pecho colorado; el Ave Tropical, su “cola de plumas” cuando vuela hacia los riscos. Impacta la hermosa vista desde sus acantilados y desde su cima; y ver en las aguas que la rodean, ya sea buceando, con ‘snorkel’ o a simple vista, tortugas, mantarrayas, peces coloridos y ¡ballenas! La Isla de la Plata pone en bandeja toda su riqueza y belleza: gran parte de la fauna y del paisaje de las Galápagos. Los guías y operadores turísticos (con licencia del MAE) hacen un excelente trabajo; lastimosamente, la infraestructura de la isla, que debe ser básica para no afectar el equilibrio natural, necesita mantenimiento y mejoras. Tras un desembarque mojado, el área para lavar los pies y calzarse los zapatos no ofrece comodidades, en especial a las personas mayores. El edificio que recibe a los visitantes está sin terminar y los baños están desabastecidos. Hace falta reconstruir el ingreso y limpiar escombros, así como las escalinatas de ascenso a la cumbre de la isla, en sus diferentes rutas. Los asientos de madera de los miradores también requieren limpieza periódica debido a que las aves los ensucian. En la zona donde se amarran los barcos para que los turistas buceen, hacen falta boyas de anclaje, y también se debe limpiar la basura que se acumula en los acantilados. De igual forma, el patrullaje de los alrededores de la isla resulta necesario para garantizar un turismo seguro.
A la isla se llega desde Puerto López, pintoresco y tranquilo. Caminar su malecón arbolado llena de paz. Sus cafés y pequeños restaurantes con delicias artesanales y platillos locales contagian un ritmo pausado. El turismo y la pesca le dan colorido y una buena vibra.
La isla y el puerto tienen encanto natural. Mucho potencial para acoger visitantes, de Ecuador y de todo el mundo, pero… urge la acción de dos ministerios: de Ambiente y de Turismo. Promoción, conservación y adecuación, para pulir estas dos joyas.
