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¡Déjennos en paz!

Avatar del Mónica Cassanello

No es admisible que políticos y asambleístas boicoteen la consulta ni las cosas que el presidente y su gabinete han hecho bien.

La paz. La nombramos tanto en estas fechas La damos en la misa. La deseamos fervientemente para el mundo, para Ucrania, para Libia, para Siria, para Venezuela, para Perú. Para nuestro Ecuador. Para Guayaquil. Pasa de boca en boca, como justificación, como un deseo, pero ¿realmente la permiten quienes tienen en sus manos el poder para hacerla realidad, para darnos paz?

Vamos a empezar un nuevo año que para la mayoría será desafiante. Con una guerra que no acaba, con subida de impuestos y con la tradicional incertidumbre de un país donde las reglas cambian a diario y la ley no protege a nadie. Simplemente se aplica a conveniencia, recurriendo a argumentos incluso absurdos e irrisorios, y hasta capaces de generar indignación por el descaro de quienes recurren a ellos y porque aunque parezca inverosímil las autoridades los admiten. Con ese marco nulo de protección seguiremos haciendo frente a una corrupción gigantesca y enraizada, y a la acción de las mafias y de una delincuencia desbordada.

En medio de este horizonte estamos los ecuatorianos, siempre adaptándonos a la situación y haciendo todo por salir adelante. Nos esforzaremos de nuevo y aunque no estamos conformes con todo, hay que reconocer que tenemos un presidente que poco a poco va avanzando y que ha sido valiente. Sacrificó su popularidad tomando medidas para sanear la economía, empezando a tapar el hueco que dejó el gobierno de los diez años, que cubría déficit fiscal con deuda cara; que construía muchas carreteras y hospitales, pero con sobreprecio y desfalco; que abrió las puertas para que entre todo lo malo que hoy nos agobia.

Se nota que el Ejecutivo tiene un norte y se mueve determinado en esa dirección. Si a la par los ecuatorianos estamos caminando con sacrificio hacia ese mismo norte, no es admisible que las otras funciones del Estado no contribuyan a ese mismo fin. No es admisible que políticos y asambleístas boicoteen la consulta ni las cosas que el presidente y su gabinete han hecho bien. Dejen de conspirar y contribuyan con el rescate de este país. Dejen de ser un obstáculo en esta pelea por resurgir. Si no nos quieren dar paz, por lo menos dejen de estorbar. ¡Déjennos en paz!