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Septiembre de peso

Avatar del Mónica Cassanello

Entre asaltos callejeros, robos en restaurantes, locales comerciales y viviendas; sicariato, fraude digital, ‘vacunas’, corrupción política, estatal y privada, los ecuatorianos ya no sabemos cómo blindarnos para intentar llevar una vida al menos un poco tranquila.

Septiembre nos ha sacudido, nos ha impactado con muertes dramáticas, como la de la abogada en la escuela de Policía o la del fiscal en Guayaquil, al pie de la Fiscalía. Nos ha remecido porque además de confrontarnos una vez más con la violencia que nos rodea nos ha llevado a reflexiones inevitables. Una de las muertes se dio dentro de la institución que debe protegernos. ¿Podemos confiar en que realmente tiene la capacidad de darnos seguridad, de combatir el crimen? ¿Es también víctima de la descomposición social que parece estarse tomando todo el país? La otra muerte implica la desaparición de un funcionario que investigaba casos graves (el del Cristo del Consuelo y masacres en la cárcel). ¿Querrá algún profesional honesto desempeñar la función de fiscal -con rectitud- sabiendo que pone en riesgo su vida porque no tiene una protección efectiva de la fuerza pública? ¿Si las personas íntegras ya no quieren exponerse a tanto peligro, habrá esperanza de que se pueda depurar la justicia, acabar con la impunidad y someter al crimen organizado?

Entre asaltos callejeros, robos en restaurantes, locales comerciales y viviendas; sicariato, fraude digital, ‘vacunas’, corrupción política, estatal y privada, los ecuatorianos ya no sabemos cómo blindarnos para intentar llevar una vida al menos un poco tranquila.

Pero el caos no es solo local. La situación mundial contribuye a elevar nuestra ansiedad con la amenaza de una posible guerra nuclear, que empieza a sonar tras un conflicto que hoy cumple ya siete meses y cuya solución no se avizora. ¿Qué tan posible es que se vuelva realidad? ¿Depende el futuro de todos de la decisión de un hombre nublado por la ambición y el poder? ¿Tenemos dónde refugiarnos? ¿Cómo sería la vida en un mundo posapocalíptico? ¿Valdría la pena vivir en él?

Y por si fuera poco, el mes nos confronta con la fuerza de la naturaleza y con una coincidencia inexplicable. A México lo sacude un terremoto por tercera vez en la misma fecha: 19 de septiembre. ¿Es natural? ¿Hay alguna explicación lógica? ¿Tiene algo que ver con el cambio climático?

Muchas cuestiones de peso en menos de 30 días.